La economía circular es sustentabilidad y tiene como objetivo principal que los productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible y que, a su vez, se produzca la menor cantidad posible de residuos. El reciclaje, la separación en origen y la reducción de los materiales descartables son hábitos que hay que adquirir para cuidar el ambiente, reducir la contaminación, prevenir el calentamiento global y, en consecuencia, mitigar el cambio climático.
El reciclaje es un gran paso en este proceso de economía circular, ya que se puede extender la vida útil de los materiales recuperados. En la Ciudad de Buenos Aires, más de la mitad de los residuos que se producen reciben tratamiento y luego son revalorizados. Tanto los materiales reciclables (papel, plástico, vidrio, cartón y metal) como los restos de poda y los restos de materiales de la construcción son tratados para que extiendan su durabilidad y puedan volver a la industria como materia prima.
¿Qué hace la Ciudad para colaborar con el proceso de economía circular?
Promueve la separación en origen: a través de los más de 200 Puntos Verdes (para recepción y acopio de material reciclable), las 15 cooperativas de recuperadores urbanos (que reciben en mano el material) y las casi 4 mil campanas verdes (para depositar el material reciclable liviano); incentiva a los vecinos a separar los materiales reciclables en sus hogares para que luego sean trasladados y tratados en los Centros Verdes para que puedan volver a ser utilizados. Además, se realizan diferentes actividades de promoción como: campañas de comunicación (en televisión, radio, y en la vía pública), charlas, talleres y eventos, para concientizar acerca de la importancia de la separación en origen.
Baldosas con vidrios triturados: el vidrio proveniente de los puntos verdes es triturado en los centros verdes y luego se introduce en el proceso típico de producción de baldosas que luego son utilizadas en la vía pública.
Asfalto para calles con Recuperado de Pavimento Asfáltico (RAP): el RAP se produce cuando al repavimentar una calle, se retira la capa superior de asfalto para trabajar sobre una base. Este asfalto retirado, en vez de ser desechado, se vuelve a incluir en la mezcla y es reutilizado.
Planta de tratamiento de residuos de poda y forestales: esta planta trata los restos originados en los espacios verdes de la Ciudad. El material es triturado en diferentes formas y como resultado se obtienen chips, viruta, fibras y pallets que pueden ser utilizados para la fabricación de pulpa de celulosa y compost o para cubrir suelos.
Plantas de tratamiento de residuos áridos: desde 2013 funciona esta planta de tratamiento donde se reciben escombros y restos de construcción. Estos son transformados en diferentes materiales que son reutilizados en obras civiles y viales, o como materia prima para hacer hormigón.
Tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs): los Puntos Verdes especiales reciben y acopian desde cafeteras y licuadoras hasta cargadores de celulares y secadores de pelo. Luego, estos materiales se entregan a una cooperativa que se encarga de recuperarlos, para luego utilizarlos como insumos en nuevos procesos productivos.
Tratamiento de aceite vegetal usado: El aceite vegetal usado (AVU) desechado de forma incorrecta puede llegar a contaminar hasta 1000 lts de agua. Por eso, la Ciudad cuenta con 104 Puntos Verdes especiales de recolección de AVU. Una vez recolectado, el AVU es tratado mediante un proceso químico a través del cual es reconvertido en biodiesel.
Detrás de todas estas medidas se encuentra un pensamiento consciente que tiene en cuenta al ambiente y a todos los que lo habitamos. El proceso de economía circular conlleva acciones simples pero que nos benefician a todos.