En las últimas décadas los bosques nativos han sufrido un gran deterioro, debido a la intervención del hombre, lo cual está provocando consecuencias negativas para los ecosistemas que están conformados por la biocenosis (conjunto de seres vivos que conviven, se desarrollan y habitan en un mismo lugar) y el biotopo (espacio físico con una serie de condiciones ambientales que permiten la supervivencia de la comunidad biótica).
¿Qué son los bosques nativos?
Los bosques nativos o los bosques primarios son ecosistemas forestales que mantienen su estructura original o bien tienen poca intervención humana. Además, se caracterizan por albergar árboles y arbustos de diferentes especies nativas, estos pueden variar en edad y altura, como también tienen la capacidad de poder regenerarse de manera natural. Por otra parte, estos bosques son refugio de una asombrosa biodiversidad de flora, fauna y microorganismos que viven en armonía con el medio natural.
Beneficios de los bosques nativos
Durante siglos los bosques nativos alrededor del mundo han proporcionado vida a la comunidad biótica, puesto que estos proveen los siguientes servicios:
- Regulación hídrica.
- Formación y conservación de suelos.
- Conservación de biodiversidad.
- Fijación de carbono.
- Alimentos.
- Agua.
- Aire limpio.
- Energía.
- Medicinas.
- Vestimenta.
- Materiales educativos.
- Materiales de construcción.
- Herramientas de labranza.
- Identidad cultural.
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Como se puede observar, los bosques nativos están vinculados con los tres pilares de la sostenibilidad. Esto quiere decir, que beneficia al entorno ambiental, social y económico de un lugar, con el propósito de garantizar la integridad del planeta y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Impactos ambientales que afectan a los bosques nativos
Según un informe de evaluación de recursos forestales mundiales, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura del año 2020, en el planeta aún existen 1110 millones de hectáreas de bosques primarios, los cuales se encuentran principalmente en Brasil, Canadá y la Federación de Rusia. No obstante, el dato más alarmante es que desde 1990 el área de bosques nativos ha disminuido en 81 millones de hectáreas. Aunque, cabe recalcar que durante el período 2010 – 2020 la tasa de pérdida redujo a más de la mitad en comparación de la década pasada.
Sin embargo, el crecimiento poblacional incrementó la producción y demanda de bienes y servicios, lo cual está provocando el deterioro de estos ecosistemas naturales. Por tal motivo, se muestra a continuación cuales son los principales impactos ambientales que afectan en gran medida al ciclo de vida de los bosques nativos:
- Incremento de urbanización.
- Construcción y mantenimiento de actividades, obras o proyectos.
- Aprovechamiento de madera.
- Deforestación.
- Sustitución de especies nativas.
- Fragmentación del hábitat de la fauna.
- Incremento de actividades agropecuarias y de pastoreo.
- Erosión y desertificación de suelos.
- Extracción de agua para riego.
- Modificación y contaminación de cuerpos de agua.
- Generación de residuos sólidos y líquidos.
- Chaqueos.
- Incendios.
- Cacería.
- Depredación de fauna silvestre por animales domésticos.
- Disminución de la fijación de dióxido de carbono.
De esta manera, se puede identificar que si el hombre continúa en los próximos años con la irresponsabilidad ambiental con el entorno que habita provocará la extinción de vida de la biocenosis y el biotopo.
Medidas de conservación para los bosques nativos
Los bosques nativos prácticamente son los encargados de brindar al mundo las funciones ambientales que otorgan vida. Por ello, es importante generar consciencia a través de la educación ambiental, con el fin de regenerar, proteger y conservar estas áreas. Algunas medidas de conservación que se deben tener en cuenta son las siguientes:
- Programas de educación ambiental.
- Trabajos de investigación de los bosques nativos alrededor del mundo.
- Estrategias de emplazamiento de actividades, obras o proyectos en los bosques nativos.
- Regulación y cumplimiento del uso de recursos naturales.
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- Reforestación de zonas degradadas.
- Programas de gestión de residuos sólidos y residuos líquidos.
- Control de ingreso de turistas.
- Normas legales que regulen las actividades antrópicas en los bosques nativos.
De esta manera, también muchos países con el objetivo de proteger, conservar y frenar la degradación de sus bosques primarios han creado las áreas protegidas que son parques naturales, reservas naturales o áreas naturales de manejo integrado. Como, por ejemplo, en Bolivia existen 64 áreas protegidas decretadas como tales por diferentes leyes y decretos con una extensión total de 17 millones de hectáreas (15,5%) de todo el territorio boliviano, de las cuales 22 tienen carácter nacional, como ser: Reserva Biológica de la Cordillera de Sama (Tarija), Parque Nacional Toro Toro (Potosí), Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba (La Paz), Reserva Natural de Vida Silvestre Amazónica Manuripi (Pando), entre otros.
42 son áreas protegidas de interés departamental o municipal, como la Reserva del Quebracho Colorado ¨Cabo Juan¨ (Provincia Gran Chaco – Tarija), el Parque Regional Yacuma (Provincias Ballivián y Yacuma – Beni), la Reserva Municipal de San Ignacio (Municipio de San Ignacio – Santa Cruz) y el Bosque de Palqui Las Carreras (Municipio Las Carreras – Chuquisaca), entre otros.
Lamentablemente muchas de estas zonas de vida, a pesar de las restricciones que tienen, siguen siendo objeto de la explotación de sus recursos naturales. Por este motivo, cada país debe trabajar en sus medidas de conservación, las cuales deben ser apoyadas y puestas en práctica por los gobiernos, instituciones públicas y privadas, como también por la población en general, ya que desde pequeñas acciones se puede lograr grandes cambios.