El abono del suelo es un factor muy importante para que cualquier plantación brinde frutos. Sin embargo, por eso mismo es que se han popularizado muchas formas de fertilización artificial a base de agroquímicos.
De este modo, muchas veces se olvida que la vida es un ciclo, y que los desechos de hoy son los encargados de dar vida a las plantas de mañana.
Sin embargo, hay quienes lo tienen en cuenta, como los agricultores agroecológicos. Èse es el caso de los encargados de los viñedos sudafricanos Vergenoegd Wine State, que abonan la fruta de un modo muy particular, pero natural y ecológico.
Ante la mirada sorprendida de los curiosos, cada mañana a las 9:45 más de mil patos se dirigen desde una granja vecina hacia los viñedos de Vergenoegd. Por allí se pasean durante todo el día, en busca de comida, y abonan la tierra con sus excrementos de manera natural. A las 15:30, son guiados para regresar a la granja en la que descansan.
Lo mejor de este método natural de abono es que así se evitan por completo los agroquímicos, que cuando se utilizan en las cosechas hacen mucho daño a la salud de quienes trabajan en ellas, de quienes consumen los alimentos y hasta de quienes viven en las cercanías del lugar.
Los dueños de los viñedos explican que además esta práctica tiene otros beneficios: uno es el control de plagas, ya que los patos son depredadores de algunos insectos que atacan a las viñas; y además, que el paseo diario de los patos se ha convertido en atracción para los turistas.
Así se ven los patos cada día cuando corren hacia la plantación: