Existen 12 países que, juntos, albergan casi el 70 % de la diversidad de especies en todo el mundo. A ellos se les dice “megadiversos”. México es uno de esos países y sin duda se puede apreciar. Basta con viajar a Baja California y ver las ballenas jorobadas o azules que llegan año con año, pasar por sus bosques con distintas especies de lobos o sus junglas con guacamayas y monos.
Lamentablemente, México también es un país cuyos recursos son desperdiciados de forma inimaginable, afectando al ecosistema de una manera casi irreparable. Entre la tala inmoderada, la extracción de petróleo, la contaminación y más, muchas especies han desaparecido. Hoy están a punto de llevar a la extinción a algunas que son íconos.
Ajolote
Este ser, considerado casi mágico por la gente de México y popularizado en la literatura de Julio Cortazar, es endémico de Xochimilco, uno de los lugares más importantes del país. Sin embargo el ajolote – un “monstruo de agua” según los mexicas– la popularidad del lugar no ha hecho que se abran las puertas para salvaguardarlo y hoy los esfuerzos están al máximo para que este pequeño animal no desaparezca.
Guacamaya roja
Esta hermosa ave puede llegar a avistarse hasta Bolivia, pero en años recientes ha ido desapareciendo, en gran medida por la tala desmedida, así como por la expansión del terreno para ganado. Su inigualable belleza es un lujo que México ha perdido en casi todos los estados de la república y hoy se cree que sólo el sur del país cuenta con unos cuantos miles de ejemplares.
Vaquita marina
La vaquita marina ha decrecido su población casi en su totalidad en los últimos 20 años. A pesar de que el año pasado el actor Leonardo DiCaprio se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto para firmar un tratado que la salvaguardaría, sólo en los últimos meses han desaparecido casi la mitad de ejemplares.
Jaguar mexicano
Después del león y el tigre, el jaguar es el felino más grande del mundo, de hecho es el más grande de América y lamentablemente en México, a pesar de su misticismo, está desapareciendo por la caza furtiva, la destrucción de su hábitat.
Lobo gris mexicano
Este pequeño lobo, que llega a medir tanto como un perro mediano, no puede ver ni escuchar hasta que tiene cerca de 65 días de vida. En las culturas prehispánicas es símbolo de valentía y fuerza, hoy, aunque se sigue respetando a nivel nacional, en el Desierto de Sonora, Chihuahua y en el centro de México estuvo apunto de desaparecer. El plan para rescatarlo existe de los años 70 y aunque los logros han sido muy lentos, poco a poco se recupera la esperanza de que en el futuro el lobo mexicano viva libre en su hábitat natural.
Se trata de unas cuantas especies que pueden desaparecer en México. Debemos apoyar la conservación del medio ambiente, no sólo ahí, sino en todo el mundo, pues la forma en que tratamos al planeta nos está llevando a una extinción masiva, no a los animales, sino también a nosotros.
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