Si aun no conoces el concepto de agrihood, podría ser un buen momento para hacerlo: un agrihood es un modelo de barrio alternativo e innovador, en el que el desarrollo urbano se centra alrededor de la agricultura.
Existen algunos agrihoods en Estados Unidos en zonas rurales y hay muchos de ellos en el mundo, pero éste es el primero en USA que es sostenible y está en medio de una ciudad.
El primer agrihood urbano de los Estados Unidos se encuentra en Detroit. Si conoces algo acerca de esa ciudad, puede que la existencia de un barrio que se desarrolla a partir de la agricultura comunitaria en su interior te resulte sorprendente.
El agrihood de Detroit es un intento de recuperar la ciudad de la devastación: Detroit era una importante área productiva dentro de los Estados Unidos, una zona industrial hasta que la crisis dejó a la ciudad quebrada y a las fábricas, abandonadas.
Pero el proyecto de The Michigan Urban Farming Initiative (MUFI), que ya está funcionando, ha logrado lo que parecía imposible.
Ahora, esos espacios industriales son recuperados por los vecinos para convertirlos, con sus propias manos, en una huerta comunitaria que los provea de alimentos. Dos hectáreas están actualmente destinadas por completo al proyecto, y podrían estarlo otros espacios abandonados.
Actualmente, el proyecto ofrece alimentos frescos locales y gratuitos a unos 2.000 hogares.
El cofundador y Presidente de MUFI, Tyson Gersh, está muy conforme con el avance del proyecto: “En los últimos cuatro años, hemos crecido partiendo de un huerto urbano que proporciona productos frescos para nuestros residentes a un campus agrícola, el cual ha ayudado a mantener el barrio, atrayendo a nuevos residentes y la inversión en la zona”.
A través de la agricultura urbana, MUFI pretende resolver problemas graves a los que se enfrentan los residentes de Detroit, tales como la nutrición, el analfabetismo o la inseguridad alimentaria, en los que quedaron sumergidos luego del fin de su próspera era industrial.
Una experiencia, sin duda, para replicar en todo el mundo. ¿No lo crees?