*Por Brian Daglio, miembro del Área de Comunicación en el Centro de Desarrollo Sustentable GEO de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
El país centroamericano está llevando adelante un proyecto ambicioso de reducción del uso del combustible convencional (fósil) por energías renovables. Monteverde es un pueblo de montaña y hasta antes del inicio de la Pandemia recibía 200 mil visitantes por año, la mayoría utilizaba camionetas y eso generaba embotellamientos en el corredor comercial.
La intención es promover que los viajeros utilicen autos eléctricos y para ello debe haber más comunidades y sitios que se sumen a este proyecto. En este sentido, Milena Ramírez, actual coordinadora de la Ruta Eléctrica de Monteverde y Directora de la Junta de Turismo de la ciudad dice: “Se necesitan más comunidades para construir corredores de carga. No se trata de que una sola empresa ofrezca este servicio. Todos nos beneficiamos cuando hay muchas empresas involucradas”.
Al ser de un alto costo económico, el objetivo es que se puedan sumar hoteles, agencias de viajes, reservas naturales, restaurantes y todos aquellos que estén involucrados en el sector turístico para facilitar el acceso al mismo. Por otro lado, es imperioso presionar a las rentadoras de automóviles para que ofrezcan vehículos eléctricos. Actualmente, son muy pocos aquellos que cuentan con autos eléctricos.
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En paralelo a este plan de descarbonización, Costa Rica lleva una política actual en cual casi el 100% de su electricidad se genera a partir de fuentes renovables. Además, la deforestación fue prohibida en 1996 y una moratoria sobre la producción de petróleo y gas podría convertirse en ley a finales de este año.
En este contexto, Monteverde juega un rol protagónico en la sustentabilidad en el país. La ciudad estableció la reserva privada más grande del país, el Bosque Eterno de los Niños, que incluye 230 kilómetros cuadrados de tierra protegida. La zona actúa como una cuenca hidrográfica vital para las comunidades aledañas, granjas y proyectos hidroeléctricos que producen más de un tercio de la electricidad de Costa Rica.
Mónica Araya, defensora de la movilidad eléctrica cuenta que, si bien Monteverde puede ser un caso atípico, el espíritu de sostenibilidad del país es profundo. “Nuestro compromiso con el mundo natural es parte de nuestra identidad”. “En lugar de criticarnos por no ser ecológicos en ciertas áreas, debemos aprovechar lo que hemos hecho hasta ahora”, comenta con entusiasmo Araya.
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Teniendo en consideración aquellos sectores/áreas menos ecológicos, el sector del transporte es un importante desafío de sostenibilidad para Costa Rica, ya que representa más de la mitad de las emisiones de carbono del país. Se está trabajando en implementar una red de trenes eléctricos y autobuses de alta velocidad.
La buena imagen y buenos resultados que ha demostrado hasta ahora el proyecto generó que el concepto de sustentabilidad aplicado a sectores económicos del país, se amplíe a un modelo nacional. Se ha expandido a La Fortuna, un centro de ecoturismo en el norte, y se lanzará en Nosara, una comunidad de playa en el Pacífico. Y para fines de 2022, se espera llegar a 14 ciudades.