Los libros forrados en tela son piezas decorativas que pueden darle un aspecto totalmente renovado a aquellos que están viejos o gastados, de una manera fácil, divertida y económica. Incluso, puedes reutilizar telas que estén en desuso. Son excelentes y originales ideas para obsequiar.
Plancha la tela antes de comenzar, en caso de que tenga arrugas. Quita el forro del libro, si tuviera uno. Luego, despliega el libro abierto y ubícalo boca abajo sobre la tela. Corta la tela de manera que sobresalga unos 3 cm del contorno de todo el libro.
Consejo: Coloca un papel de periódico debajo del área de trabajo, para evitar que haya adhesivo que se disperse.
Comienza esparciendo el adhesivo en spray en la contratapa del libro. No tiene que ser demasiado, solo una capa liviana. Da vuelta el libro y posiciónalo sobre la tela. Presiona y gíralo de manera tal que el lado posterior del libro esté hacia arriba. Pasa la mano para evitar arrugas.
Siempre deja al menos 3 cm alrededor del libro. Si se necesita menos, siempre se puede cortar.
Con la pistola encoladora, coloca pegamento en el lado más largo de la tela que cubrirá la cubierta, solo hasta donde alcanza el libro, no hasta el borde. Dobla hacia adentro.
Pon un poco de pegamento donde la tela se encuentra con la esquina del libro. Presiona la tela para que adhiera.
Coloca solo un poco de pegamento a lo largo del borde de la tela, para asegurarla sobre la cubierta del libro.
Dobla un poco la tela de las esquinas y coloca un poco de pegamento para que se vea como en la foto.
Usa el cuchillo de manteca para doblar el pedazo de tela restante dentro del lomo. Se puede colocar un poco de pegamento para asegurar la tela adentro.
¡Ahora tienes un libro forrado! Puedes hacer varios para apilarlos y decorar con muchos colores o para dar un toque personal a tus regalos.