En los últimos 30 años, hemos perdido casi la mitad de los corales del planeta. Según la organización Coral Gardeners, si no actuamos ahora, para 2050 habremos perdido todos los corales del mundo. ¿Las causas principales? El cambio climático, la sobrepesca y la contaminación de las aguas.

Por eso, ahora se está evaluando la posibilidad de utilizar corales impresos en 3D y estructuras de soporte para revertir la situación actual de los arrecifes. ¿Cuáles son las principales dudas que surgen al respecto? ¿Acaso son la salvación?

¿Por qué es tan importante la protección de los arrecifes coralinos?

Estas estructuras de carbonato de calcio son consideradas las “selvas del mar”, ya que son el hogar de miles de especies acuáticas. Proveen refugio, alimento y un lugar de desove y cría. Capturan el CO 2 de la atmósfera, protegen las costas de los oleajes y son uno de los ecosistemas más sorprendentes y magníficos del mundo.

Pero el aumento en la contaminación, la sobrepesca y la acidificación alarmante de los océanos, son sólo algunos de los causantes de que estos paisajes estén muriendo.

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¿Nuevas tecnologías como herramienta para salvarlos?

Danielle Dixson de la Universidad de Delaware (UD) y Emily Ruhl, ex alumna de la UD, encabezan la investigación sobre corales impresos en 3D con diferentes materiales, para ser utilizados como reemplazo y/o complemento para los arrecifes dañados.

Por otro lado, desde Hong Kong, investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Swire y de la Universidad de Hong Kong, utilizan estructuras de arcilla como soporte para que nuevos corales se instalen y crezcan.

A la hora de introducir estas estructuras hechas por el hombre al ecosistema, se deben tener en consideración algunos puntos clave: ¿Qué material es conveniente utilizar? ¿Cuáles son las condiciones a las que cada arrecife es expuesto? ¿Cómo puede afectar a las especies que aún habitan el lugar?

Introducir modelos de corales hechos con plástico no está muy aceptado y podría traer varias controversias. Es por esta razón, que Dixson explica que utilizar materiales biodegradables como el almidón de maíz, es la mejor opción, ya que no sólo no contamina, sino que, además, los peces no los rechazan y a medida que el coral vivo crece y se fortalece, el coral artificial se degrada de forma natural.

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Por otro lado, en Hong Kong, se encontró con que la arcilla es un excelente material, ya que no cambia las condiciones submarinas, y la particular estructura de los paneles con muchas perforaciones, hace que “el sedimento no se deposite en la superficie y asfixie a los corales”.

Otra de las principales dudas que puede surgir es la aceptación de los organismos para con estas estructuras. Ruhl explica a Science Daily que al comienzo del experimento creía que iba a existir cierta reticencia por parte de los peces, “pero luego nos dimos cuenta de que a los pequeños peces de arrecife no les importaba si el hábitat era artificial o carbonato de calcio, solo querían protección”.

Sin dudas, estas propuestas son bastante prometedoras, ¿pero será suficiente? Es importante que comprendamos la importancia de los arrecifes y entre todos ayudemos en su protección.

Disminuir la contaminación y regular la pesca y el turismo son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para complementar a la introducción de los corales artificiales.