De acuerdo a un informe, las mascarillas faciales tardan hasta 450 años en descomponerse en los océanos. Tiempo en el cual se convierten gradualmente en mircroplásticos y generan un impacto profundamente negativo en la vida marina. Y ahora hay más de 1.500 millones de ellas en los mares. Los ecosistemas y la vida silvestre sufren las consecuencias de la contaminación causada por el hombre.

El informe fue publicado por OceansAsia, y utilizó una estimación de la producción global de mascarillas que indica 52 millones de ellas en el 2020. También se guiaron por la tasa de pérdida conservadora del 3% y el peso promedio de 3 a 4 gramos que posee una mascarilla de un solo uso. Llegando así a la estimación de 1,56 mil millones de máscaras.

El consumo de plástico es un problema a nivel mundial

Durante años se ha experimentado un aumento significativo en el consumo de plástico, pero la pandemia hizo que estos números se incrementaran. El director de Operaciones de OceansAsia, Gary Stokes, dijo:

Las preocupaciones por la higiene y una mayor dependencia de la comida para llevar han llevado a un mayor uso de plásticos, en particular envases de plástico.

Mientras tanto, una serie de medidas diseñadas para reducir el consumo de plástico, como la prohibición de bolsas de plástico de un solo uso, se han retrasado, pausado o revertido.

Las mascarillas faciales ahora se usan de forma cotidiana como un recurso para prevenir la propagación del coronavirus. Incluso, la ley establece su uso obligatorio en muchos lugares públicos. Se fabrican a partir de diversos plásticos fundidos por soplados, por lo que pueden ser difíciles de reciclar debido a su composición y el riesgo que existe de infección. Las mismas ingresan a los océanos por sistemas inadecuados de gestión de desechos.

Sí podemos hacer más para evitar la contaminación marina

El informe también alienta a las personas a utilizar mascarillas reutilizables siempre que puedan. Al igual que desechar correctamente las mascarás y reducir el consumo de plástico de un solo uso.

En esta misma línea, los gobiernos fueron instados a implementar políticas que impulsen el uso de mascarillas reutilizables. Incluir las publicaciones de pautas con respecto a la fabricación y el uso adecuado de las máscaras reutilizables. Así como fomentar la innovación y el desarrollo de más alternativas sostenibles sobre los cubre bocas de un solo uso.

También aconseja a los gobiernos que utilicen estrategias como multas para evitar que las personas tiren basura. De igual manera se les insta que mejoren la educación pública sobre como deshacerse de las mascarillas de forma responsable. Sin dejar de lado el compromiso de mejorar los sistemas de gestión de desechos como un medio para reducir las pérdidas y los derrames.

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