El Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis), también denominado Guacamayo de Collar Azul, es una especie de ave endémica de Bolivia, donde habita la sabana beniana estacional inundada, las islas de bosques y riberas. Su tamaño es de aproximadamente 85 cm, peso entre 600 y 800 gramos, y tiene una coloración mayormente azul y amarilla. Esta especie es monógama, es decir que tiene una sola pareja para toda su vida, donde generalmente se la ve volar con ella. Arma sus nidos en las palmeras y se alimenta de los frutos que estas ofrecen.
La Paraba Barba Azul está categorizada en la Lista Roja de UICN como “en peligro crítico” de extinción, como también está en el Apéndice I de la Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES). Asimismo, BirdLife International considera a esta especie de ave como una de las más amenazadas del mundo.
Sus poblaciones han disminuido gravemente en los últimos años debido al tráfico ilegal y la tala indiscriminada de bosques. Actualmente la exportación de la especie es ilegal desde 1984, pero este se lleva a cabo de todas maneras. El precio de un guacamayo provee un alto ingreso para la población boliviana que vive en pobreza.
[También te puede interesar: Guacamayos rojos: nacen los primeros pichones en más de 150 años]
creación de la Reserva Natural Barba Azul
Como medida de protección de la especie y así poder prevenir su extinción, en el 2008 Armonía y el Loro Parque Fundación crearon un área protegida exclusivamente para la conservación del Paraba Barba Azul. Este se sitúa en el Beni Sabana, en el norte de Bolivia y se nombró como la Reserva Natural Barba Azul. A pesar de este gran avance, la población del ave sigue descendiendo ya que los bosques que rodean la reserva sufren de explotación forestal y de expansión ganadera. Es necesario ampliar el tamaño de la reserva para así generar un mayor espacio para proteger a la Paraba Barba Azul.
Se conocía muy poco de la especie, por ende se invirtió para conocer mejor al ave y conocer su biología reproductiva. Se descubrió que la reproducción del Paraba Barba Azul tiene poco éxito, y que los nidos sufren competencia y depredación de otras especies. Se comenzó un proyecto para asegurar la supervivencia de las pichones al monitorear estos constantemente, alimentar a los pichones desnutridos, y la protección contra depredadores. Así se logró reforzar la supervivencia y reproducción de la especie.
Por otro lado, también se crearon criaderos dentro de la reserva a través de la instalación de cajas de nido y se reintrodujeron 6 individuos que provenían de Inglaterra.
[También te puede interesar: El nacimiento de un guacamayo azul trae esperanzas para la especie]
Loro Parque Fundación se dedicó a formar nexos con los pobladores y colaborar con las comunidades locales para encontrar una solución al tráfico ilegal y el mascotismo. Se comenzaron a hacer campañas educativas a nivel nacional para combatir la problemática.
Luego de varios años de trabajo, y 5 millones de dólares invertidos, se crearon áreas protegidas, aumentó la supervivencia de los nidos, y se eliminó la depredación como causa de fracaso de los nidos. Para el 2020 se registraron 137 individuos identificados en el país boliviano.
FUENTES: