Hoy la crisis climática es innegable, año a año se cumplen las predicciones de los estudios científicos, que han advertido y lo siguen haciendo, sobre la urgencia de actuar ya para combatir el calentamiento global. La supervivencia de futuras generaciones está en nuestras manos, aún estamos a tiempo de garantizarles un mundo habitable pero para eso debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad ambiental ciudadana.
Hay quienes dicen que el cambio individual no sirve si no se toman drásticas decisiones desde los gobiernos, pero ¿qué va primero? La demanda. El poder del consumidor se ha visto menospreciado, cuando en realidad todo el circuito económico responde a una demanda y es ahí a donde debemos concentrarnos para presionar y lograr cambiar el estado de cosas.
Los factores que influyen
Hay diferentes variables que inciden en el calentamiento global y todas están relacionadas a nuestros hábitos y consumos. La quema de combustibles fósiles para la producción de energía y para el uso de medios de transporte es uno de los principales responsables, pero incluso si se detuvieran hoy mismo las emisiones de estos sectores, el sistema alimentario por sí solo nos llevaría a subir la temperatura global más de 1.5 °C por encima de la temperatura preindustrial (Clark et al., 2020), lo que desencadenaría una crisis ambiental sin retorno.
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El sistema alimentario actual está mayormente basado en el consumo de animales y sus derivados y es, en gran medida, responsable de la deforestación, el mal uso del agua y pérdida de biodiversidad. Es en esto entonces en donde podemos concentrarnos para evitar una crisis sin retorno. Migrar hacia una alimentación basada en plantas está a nuestro alcance y es la forma más rápida y eficaz de combatir el calentamiento global (Poore & Nemecek, 2018).
Por la rutina y la falta de tiempo, a veces lograr esto parece imposible, pero toda transición es paulatina, lo importante es comenzar y es mucho más fácil de lo que parece. Te invitamos a sumarte al Acuerdo Basado en Plantas para exigir a los gobiernos políticas públicas que apoyen esta transición.
Acciones concretas que te invitamos a hacer en tu vida diaria para asegurar el futuro de las nuevas generaciones:
- Migrar hacia una alimentación basada en plantas. Este es un gran primer paso y el más importante para combatir el calentamiento global desde un lugar individual.
- Reducir el consumo de energía en nuestros hogares y lugares de trabajo, usar tecnologías más eficientes (focos de bajo consumo, paneles solares, etc) y fomentar el uso de las energías renovables.
- Utilizar menos vehículos particulares, movilizarse más a pie, en bicicleta o transporte público. Optar en lo posible por vehículos eléctricos.
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- Proteger los ecosistemas naturales, plantar árboles, compostar.
- Apoyar causas importantes como la Ley de Humedales.
- Reciclar y reutilizar. Evitar comprar plásticos. Si se compran, se deben lavar y poner secos en una bolsa separada de lo húmedo biodegradable, junto a los cartones y papeles limpios. Si en tu ciudad no se recolecta la basura por separado, igual sirve que lo hagas en tu hogar, ya que hay gente que vive de vender estos insumos para su nueva utilización.
Deseamos que cuando nuestros hijos, sobrinos o nietos nos miren a los ojos y nos pregunten qué hicimos para salvar el mundo, podamos devolverles la mirada sabiendo que hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance.