Las orquídeas son una familia de plantas de flores muy distinguidas que se encuentran en muchas regiones del mundo, especialmente en los trópicos. Cuentan con alrededor de 17 mil especies en todo el planeta, de colores y formas muy vistosas y extravagantes.
El 90% de sus especies son epífitas: esto quiere decir que crece sobre otro vegetal utilizándolo como base. Sus raíces no alcanzan el suelo, sino que se adhirieren a las superficies de ese vegetal para capturar nutrientes y agua para poder crecer.
Si bien su cultivo y cuidado es complejo y especializado, puedes comenzar a iniciarte en él a partir de algunas especies que puedes tener en tu hogar.
Entre las más comunes, y que requieren menor cantidad de cuidados, se destacan Phalaenopsis, Cattleya, Cymbidium, Bletilla, Pleione, Odontoglossum y Paphiopedilum.
En esta nota podrás aprender cómo cultivarlas en tu hogar, para comenzar a aprender todo sobre ellas y sus cuidados.
Procedimiento general para cultivar orquídeas
Sustrato y contenedor
Puedes cultivar orquídeas desde semillas, pero sin duda el método más sencillo, especialmente si recién comienzas, es hacerlo a partir de esquejes de la rama floral.
Para eso, es conveniente hacerlo en un contenedor preferiblemente de barro, para que su porosidad favorezca el drenaje de la planta.
El sustrato, por su parte, debe ser lo suficientemente poroso para que sus raíces puedan permanecer aireadas. Elige una mezcla de turba, corteza de pino y perlita; y recuerda que, en su mayoría, las orquídeas crecen sobre la corteza de los árboles con las raíces expuestas. Procura, además, que el contenedor disponga de un correcto drenaje.
Sitio donde colocar tu planta de orquídea
Procura colocar tu orquídea en un sitio muy luminoso, pero ten cuidado de que la luz del sol no la afecte de manera directa. Las ventanas, terrazas interiores o balcones son los lugares más recomendados.
Floración y transplante
La floración solo se producirá cuando exista una diferencia de temperatura entre el día y la noche de aproximadamente 8ºC.
Cada 3 años, aproximadamente, se recomienda trasplantarla. Es preferible hacerlo en primavera y utilizar sustratos livianos (como la corteza de pino).
Cuidados de las orquídeas
Las orquídeas, a diferencia de otras plantas, requieren cuidados más específicos, pero cuando veas crecer la flor, todo habrá valido la pena. Ten en cuenta los siguientes consejos y ¡no te desanimes!
- Las hojas de la orquídea deben tener un color de verde intenso. Si observas que su color es muy claro, seguramente no esté recibiendo suficiente luz.
- La temperatura no debe ser inferior a los 14ºC.
- No coloques tus orquídeas en sitios como la cocina, donde el aire tenga gran densidad. Pero cuídalas de las corrientes directas de viento.
- Mantén alejada tu orquídea de los focos de calor y fuera de un ambiente excesivamente secos, ya que la mayoría de las orquídeas viven protegidas del sol por los árboles.
- Para mantener un nivel de humedad ideal cercano al 40%, puedes o bien colocarlas próximas a otras plantas, o bien disponer un recipiente con agua cerca de sus raíces.
- Si la orquídea se encuentra en una maceta, no le coloques un plato debajo, ya que no es bueno que esté en constante contacto con el agua.
- Riega tus orquídeas con agua destilada a temperatura ambiente. En verano, riega de dos a tres veces por semana; y en invierno, solo una vez. Es recomendarlo hacerlo por las mañanas y de modo abundante.
- Cuida a tus orquídeas de los cambios bruscos de temperatura.
Ten en cuenta que estos cuidados son generales. Si has elegido cultivar esta planta tan particular, infórmate bien y aprende de a poco sobre ella, ya que cada especie tiene sus características propias. Una planta siempre crecerá mejor cuando las condiciones en las que vive sean más similares a las de su ambiente natural.
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