Es triste decirlo, pero es la verdad. Sucede que Colombia es el mayor cementerio mundial de defensores de la tierra. Y es que los suelos colombianos son disputados por las sembradíos del narcotráfico y por intereses comerciales.
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La violencia contra los líderes ambientales en Colombia
No es una situación exclusiva de los colombianos. Si somos honestos, en América Latina se concentra el mayor número de ataques contra defensores de DDHH. Pero, en Colombia es acentuada la violencia contra activistas ambientales.
Un caso emblemático es el de Teófilo Acuña y Jorge Tafur. Ellos luchaban por conservar la tierra, por un uso racional de la misma. Pero, sucede que sus quejas afectaban a terratenientes y a los cultivadores de coca y amapola.
¿Qué sucedió con Teófilo Acuña y Jorge Tafur? Pues, dos sicarios les dispararon en febrero de 2022. Llevaban años recibiendo amenazas, pero ellos las ignoraron. Incluso, se negaron a abandonar el país, aunque les daban protección para hacerlo.
Una deshonrosa estadística para América Latina
La realidad es que Latinoamérica es la peor zona para activistas ambientales. Desde el año 2012, se patenta una cifra temible: 1910 defensores del ambiente asesinados. Algo que debe llamarnos la atención de inmediato.
Hablamos de protectores de ciénagas, de líderes indígenas, de quienes han luchado para preservar el Amazonas, quienes denuncian la situación de los campesinos... Ser un baluarte del ambiente es un peligro en América Latina.
¿Quiénes atacan a los defensores ambientales? Hay una gama de enemigos de estas personas. Desde intereses económicos tradicionales, políticos que sienten que esos activistas les estorban, hasta la delincuencia y el narcotráfico.
Por ejemplo, en Colombia hay grupos fuera de la ley que siembran y arrasan terrenos para sembrar cultivos para narcóticos. A su vez, expolian a los campesinos de sus zonas y ejercen la violencia para imponerse.
Como es de suponerse, este tipo de grupos cometen delitos por tráfico de estupefacientes; pero también son destructores de la naturaleza. Por eso, no dudan en atacar a quienes desean frenar su actividad por cualquier motivo.
Un escenario complejo, que no ha sido estudiado en totalidad
Siempre se ha creído que quienes combaten a los defensores ambientales son grupos convencionales: hacendados, gente que tiene monopolios. Pero, suele ignorarse que el crimen organizado y desde la política también se hace.
Es un tema de muchos intereses cruzados, que en el caso de Colombia tienen estadísticas muy acentuadas. Algo que debe llamar a la reflexión, a la vez que replantear la manera en que se deben proteger a los activistas por el ambiente.
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¿Qué opinas de esta realidad? ¿Acaso los líderes ambientales deben tener guardaespaldas o exiliarse? Estas dos medidas se han estado tomando, siendo un ejemplo de los grandes problemas de nuestra sociedad.
Fuente: El País