Se considera como el barco eólico más grande del mundo. Todo apunta a que zarpará en 2024, siendo algo que genera verdaderas expectativas. Un carguero impulsado solamente por el viento: el retorno del viento como modo de impulsar los barcos.
Se dice que es un proyecto mixto: entre constructores navales sueco e institutos de experimentación de energía. ¿Acaso todos los barcos usarán la fuerza eólica en lo sucesivo? Sin duda, esta es la nueva expectativa.
[También te puede interesar: Bután, el reino budista libre de emisiones de carbono]
El barco recibirá el nombre de Oceanbird
Como se dijo antes, está siendo diseñado entre un constructor de barcos de Suecia, llamado Wallenius Marine, y el Royal Institute of Technology y SSPA. Se trata de un carguero, es decir, un navío cuya misión es llevar carga por los mares.
La intención es cambiar el modo de la navegación comercial. De hecho, el Oceanbird planea hacer sus primeros viajes transportando automotores. Se sabe que se trata de una carga pesada, la cual amerita fuerza e implica gastos de combustible.
Se espera que este prototipo sea el ejemplo para que la navegación cese de emitir gases y CO2 al ambiente. Una excelente idea en pro de mejorar el ambiente.
¿Cómo será este peculiar navío?
Este barco eólico medirá 650 pies de largo. Se añade que contará con velas telescópicas, las cuales tendrán una altura de 250 pies. Además, tales velas serán capaces de girar hasta 360 grados. Se trata de unos ingeniosos inventos capaces de generar mucha energía.
Por ejemplo, sucede que las velas antes descritas son capaces de impulsar una embarcación de hasta 35.000 toneladas. Además, ya se han hecho estimaciones de su velocidad: el barco tarda unos 12 días en cruzar el Atlántico.
Se trata de un transporte marítimo más lento: las actuales embarcaciones de combustible tardan solo 7 días. No obstante, el tiempo adicional vale la pena; ya que implica un gasto medioambiental mucho menor.
También te puede interesar: 4 cosas que no sabías del vínculo entre las ciudades y el cambio climático
Frenar las emisiones de CO2 en las rutas oceánicas
Es un reto planteado desde el 2018 por la Organización Marítima Internacional. Al respecto, Japón ya ha diseñado un buque que captura carbono para reducir la huella del sector marítimo. Una manera de ayudar minimizar la contaminación del aire.
Durante el 2020 se supo la noticia de la caída de emisiones mundiales de carbono por la cuarentena. Esto demuestra que la actividad humana es bastante contaminante, siendo posible bajar la cantidad de gases nocivos con gran rapidez.
La cuestión es idear nuevos mecanismos y modos de energía. Este peculiar navío eólico es una opción excelente. En 2024, cuando esta embarcación zarpe, tendremos la oportunidad de cambiar los paradigmas relativos al modo de surcar los mares del mundo.
¿Te imaginas navegar en barcos eólicos? Ese es el futuro de la navegación mundial. Por ende, debemos mentalizarnos para ese cambio tan positivo.
Fuentes: