Está saliendo un olor a gas, a aceite quemado, que es espantoso”, dijo la voz en off de una vecina que se autoconvocó en el lugar y realizó un video para mostrar la situación. “Están tirando cosas con mucha impunidad, del caño están saliendo plásticos, redes, líneas de pesca, lo que le están haciendo al mar es indignante”, denunció la mujer.

Y es que la comunidad está en alerta porque el pasado viernes se retomaron los trabajos en el sector de Playa Unión. Finalmente, la empresa obtuvo la autorización judicial para continuar con la obra en el Puerto de Rawson, luego de una serie de presentaciones y denuncias, formuladas por los vecinos, que no fueron tenidas en cuenta.

La decisión judicial se basa en que los sedimentos analizados en el área no representarían una fuente de contaminación importante, ya que se encuentran por debajo de los límites máximos permitidos.

La respuesta a este revés judicial fue inmediata y la Asamblea de vecinos decidió juntarse el pasado domingo por la tarde para manifestarse en contra.

“Volvemos a exigir que no se utilice Playa Unión como zona de sacrificio para el dragado de Puerto Rawson. Desde ese caño sale todo tipo de material tóxico”, reza un comunicado emitido por las redes de la Asamblea.

La supervisión de la obra está a cargo del Ministerio de Infraestructura, Energía y Planificación de Chubut. Desde esta cartera señalaron que se llevarán a cabo monitoreos continuos de los sedimentos para garantizar un control constante y prevenir cualquier variación que pueda surgir.

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Mucha incertidumbre y pocas certezas

El argumento de la Justicia para darle luz verde al dragado está basado en los análisis, a los que no se tienen acceso, que habría presentado la empresa. Cabe destacar que las muestras del líquido, tomadas por la Justicia y por el municipio de Rawson, luego de frenar la obra en primera instancia, no pudieron ser utilizadas de prueba porque se perdieron.

Se perdieron, sí. Y no es que no saben dónde los dejaron. Sucedió que, si los análisis no se realizaban en 24 horas, no se podía determinar con certeza el nivel de contaminación real del líquido. No se llegó a cumplir ese plazo, perdiendo toda capacidad argumentativa para frenar el dragado.

costa Playa Unión

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No obstante, esta impericia es solo una de las aristas del tema. Porque no solo la potencial evidencia de la contaminación sería válida. También está la violación a la Ley de Vuelcos. Según remarcó el ingeniero Alfredo Villafañe, vecino de Playa Unión e integrante de la Asamblea, “la justicia la ignoró totalmente”.

La Ley de Volcados es nacional y, en líneas generales, estipula que no se puede realizar un volcado directo de líquidos, potencialmente contaminantes y sin tratamiento previo, de un efluente a otro. En este caso, del desemboque de un río al mar.

Villafañe indicó además que todavía no hay respuestas de ningún sector: “Se siguen realizando presentaciones, por parte de los vecinos y de la Asamblea, pero no hay respuestas. Están cajoneadas”.

Así las cosas, se abrió un nuevo frente de conflicto que deberá resolverse lo antes posible, porque el medio ambiente no entiende, ni le importan las peripecias judiciales ni sociales.