Recién salida de la universidad, la abeja Barry no tiene intenciones de trabajar en la producción de miel. Huye de la colmena por primera vez y habla con una persona, rompiendo una de las principales reglas de su especie. Barry descubre que los humanos han estado comiendo miel durante siglos, y decide demandarlos por el robo. Esta es la historia de Bee Movie, la película de DreamWorks que se estrenó en 2007. La ficción no está tan alejada de la realidad, y aún hoy, después de casi trece años, esto sigue siendo un problema.
Las abejas son una de las especies que se encuentran en peligro de extinción como consecuencia de las acciones humanas. El uso de químicos y pesticidas en la producción agrícola, la contaminación y calentamiento global son algunos de los factores que han puesto en riesgo la vida de estos insectos. Así, más del 37% de las poblaciones de abejas están desapareciendo en Europa. La polinización de las flores a la que contribuyen es vital para nuestra alimentación y para la biodiversidad, ya que el 75% de los alimentos que consumimos dependen de este proceso.
“Si las abejas desaparecieran de la superficie del planeta, el hombre tendría solamente cuatro años más de vida. Sin abejas, adiós a la polinización, adiós a las plantas, adiós a los animales, y adiós al hombre”, enunció hace muchísimos años Albert Einstein.
Entre los factores que amenazan a los polinizadores están la pérdida de hábitats, las prácticas de la agricultura industrializada, como los monocultivos, el uso de plaguicidas, parásitos y enfermedades, especies vegetales y animales invasoras y el impacto del cambio climático.
Parte de la solución es prohibir los productos tóxicos y hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea más estricta. También es urgente poner en marcha un plan integral de acción para salvar las abejas, y adoptar una forma de agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa, que cuide el suelo, el agua, el clima, que no contamine y respete la salud de las personas.
¿Qué podemos hacer?
Greenpeace propone la opción de actuar desde el consumo, eligiendo una dieta saludable, para mejorar la salud y salvar el mundo. También indica la necesidad de promover una agricultura sostenible que sea más amigable con las abejas.