Aunque hay muchas personas que escogen no comer huevos por una razón ideológica, a otras los huevos les encantan. Y especialmente la forma tradicional "frita", con la clara alrededor de una yema que se deshace al tocarla, les resulta un platillo más que irresistible.
Pero, todos sabemos ya que un huevo frito no es de las comidas más saludables que existen, ya que las grasas naturales se oxidan, y cocerlos en aceite aumenta el contenido de grasa en 50%.
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Aún así, el huevo es alto en proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Y si eres de los que no puede resistirse al huevo "frito", aquí aprenderás una manera de hacerlo, ¡pero con agua!
Ingredientes
- Agua
- Un huevo (preferentemente orgánico)
Preparación
- Pon una sartén antiadherente a fuego medio con un centímetro de agua.
- Rasca el huevo y échalo en un plato.
- Cuando el agua comience a burbujerar, échale el huevo.
- Cubre la sartén con una tapa (no completamente; deja un pequeño espacio para que el vapor pueda escapar).
- Una vez que esté listo, saca el huevo con una espumadera.
Puedes agregarle un chorrito de aceite de oliva para no perder del todo ese sabor que tanto te gusta.