Las fiestas de fin de año son momentos para celebrar. Seguramente tengas tus propias tradiciones y rituales que repites cada año, y algún postre, plato o bebida que no puede faltar.
Pero, ¿qué tal hacer algo nuevo? Podrías preparar tu propia sidra de manzana casera para brindar, ¡y sorprender a tu familia o a tus amigos!
El proceso de fermentación de la sidra lleva tiempo, y además quizás necesites probar algunas veces hasta dominarlo y que te salga bien. Así que lo aconsejable es comenzar a experimentar varias semanas antes de que quieras compartirla.
¡Que la disfrutes!
Ingredientes
- 5 kilos de manzanas
- Un paquete de levadura de cerveza
- Un recipiente de vidrio grande con tapa o botellón
- Un recipiente de vidrio con tapa más pequeño esterilizado (como un frasco de mermelada)
- Red Delicious: grande, firme, de color rojo, de sabor dulce
- Yellow Delicious: grande, firme, de color amarillo, de sabor dulce
- Jonathon: mediana, crujiente, semiácida, de color rojo cerca de la parte superior, de color verde más abajo
- Granny Smith: entre mediana y pequeña, crujiente y ácida, de color verde
- Gala: mediana, crujiente, semiácida, de piel amarilla anaranjada con tintes rojos
Lo recomendado es combinar dos variedades, en una proporción de dos manzanas dulces por cada manzana ácida. Si utilizas todas manzanas dulces, tendrás una sidra más fuerte.
Procedimiento
1. Lava las manzanas y córtalas; no necesitas pelarlas ni tampoco cortar demasiado pequeño, porque las vamos a procesar. Quita las magulladuras o zonas blandas (no debes utilizar para la sidra una manzana que no comerías tal como está).
2. Coloca las manzanas en la procesadora, hasta obtener un puré.
3. Con ayuda de un filtro o tamiz, filtra el puré para separar la pulpa del jugo. Quédate con éste último. "Exprime" lo más que puedas el puré contra el filtro para desperdiciar lo menos posible. Ayúdate con el reverso de una cuchara. Deberás guardar parte del jugo por unos días en el refrigerador.
4. Mezcla 1/2 taza de tu jugo fresco con un paquete de levadura de cerveza en un frasco con tapa. Cierra bien el frasco y agítalo de 5 a 10 segundos. Luego, déjalo reposar durante unas 6 horas, o toda la noche.
5. Cuando el preparado esté burbujeando, libera presión desenroscando la tapa y vuelve a cerrar. Lo puedes guardar como máximo unas horas, así que tienes que seguir con el procedimiento lo antes posible.
6. Llena una olla con el jugo restante y cocínalo durante una hora a fuego muy bajo para eliminar cualquier bacteria o levadura silvestre que pueda alterar el sabor de tu sidra (recuerda que si mientras tanto ya tienes lista la pequeña fermentación, debes mantenerla refrigerada). No tiene que llegar a hervir (la temperatura debe ser mayor a 70 ºC, pero menor a 85).
7. Agrega 1 kg de azúcar morena (la manzana tiene azúcar, pero si agregas más ayudas a la fermentación y a que la sidra salga mejor y esté más fuerte).
8. Esteriliza el recipiente en el que harás fermentar la sidra (hiérvelo).
9. Vierte el jugo en el recipiente. Es importante llenarlo hasta el tope, porque si queda oxígeno en el recipiente no saldrá sidra, sino vinagre. Déjalo enfriar hasta temperatura ambiente. En ese momento, agrega la fermentación de levadura. Revuelve con una cuchara esterilizada y tápalo herméticamente (¡no olvides esterilizar la tapa también!).
10. Deja el recipiente fermentado en un lugar fresco y oscuro (entre 15 y 20ºC). Luego de un par de días, verás que comienza a burbujear, cuando la levadura libera dióxido de carbono. Seguirá burbujeando un par de semanas. Cuando se detenga, deja reposar una semana más para que la levadura se asiente en el fondo del recipiente.
¡Listo! Disfrútala como más te guste: sola o preparando un delicioso clericó.