San Andrés es un pequeño archipiélago caribeño con aproximadamente 85 mil habitantes. Perteneciente a Colombia y subsiste a base de turismo y pesca. Este pequeño paraíso fue declarado reserva de la biosfera por la UNESCO en 2000. Este reconocimiento tan prestigioso viene con beneficios, pero también conlleva responsabilidades para la conservación de las aguas, la fauna y flora local.
Lamentablemente, no todos los objetivos de conservación se han cumplido efectivamente. Durante años, las aguas cristalinas de San Andrés se han visto sobrecargadas con desechos que flotan desde el mar hacia la costa.
Las olas devuelven botellas de plástico, chanclas, cubiertos y vasos de un solo uso. Claramente, algo no está bien. Se estima que cada año se acumulan 25.000 toneladas de residuos en la isla principal, donde se concentra la mayor parte de la población. Justo en estas aguas se encuentra la Reserva de la Biosfera Seaflower.
Una isla colapsada
La isla de San Andrés tiene solo 26 kilómetros cuadrados y alrededor de 85 mil habitantes permanentes, pero recibe cada año cerca de 1,3 millones de turistas. Como resultado de esta superpoblación turística se han generado cantidades de basura imposibles de manejar para los servicios locales.
"El problema del plástico es grave. No tenemos mecanismos para el retiro de los residuos sólidos y toda la basura generada en San Andrés se queda en San Andrés", explicó a EFE Roberto Hudgson, subdirector de Gestión Ambiental de Coralina, un organismo público que vela por el ambiente en el archipiélago.
"Con una isla tan pequeña no tenemos espacio suficiente. Por ahora todos los residuos sólidos que se reciclan se llevan al basurero municipal, el Magic Garden, aunque los que no se reciclan terminan en el mar", agregó Hudgson.
En 2002 la Defensoría del Pueblo emitió una resolución sobre el Magic Garden en la que alertaba sobre "la falta de voluntad política, local y departamental, para lograr una gestión ambiental que permita restablecer y mantener el equilibrio ecológico de la isla de San Andrés".
Y es que el problema de la basura no es nada nuevo, y las autoridades han estado tratando de combatirlo por alrededor de dos décadas. Una de las medidas tomadas para solucionar el problema fue la adquisición en 2011 de una planta de generación de energía a partir de la incineración de los residuos sólidos del Magic Garden. Sin embargo, la planta se ha mantenido inactiva desde entonces.
Además, en febrero de 2019, la oficina del fiscal general de Colombia ordenó a los ministerios de interior, defensa y ambiente del país, junto con las autoridades del departamento de San Andrés, crear un plan de limpieza de desechos metálicos acumulados en la isla.
La oficina declaró que hay 2.000 toneladas de chatarra en la isla, gran parte de las cuales se han dejado en las playas y en las calles, y que tardarían 450 años en descomponerse por completo.
Es fundamental que los hábitos sustentables que adoptamos en nuestro día a día los llevemos a donde vayamos. Para ayudarte a hacerlo, te compartimos algunos consejos para ser un turista responsable.
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