Por: DW.
Los pueblos indígenas prehistóricos no generaron un daño ni alteraron significativamente las franjas de los ecosistemas forestales de la Amazonía Occidental de Perú, sino que hace unos 5.000 años realizaban un uso sostenible.
Un estudio que publicó el martes (08.06.2021) Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y que firman científicos del Instituto Smithsonian (EE. UU.) se une al debate científico sobre cómo los habitantes de la Amazonía han moldeado históricamente la rica biodiversidad de la región y los sistemas climáticos globales.
En los últimos años, la comprensión de la selva amazónica "por parte de los científicos se ha visto cada vez más influida por un conjunto de investigaciones que sugieren que el paisaje fue moldeado activa e intensamente por los pueblos indígenas antes de la llegada de los europeos", señala el Smithsonian en un comunicado.
Este nuevo estudio realizado en Perú, sugiere que, "al menos durante los últimos 5.000 años", amplias zonas de la selva tropical de la Amazonía Occidental situadas lejos de los suelos fértiles junto a los ríos no fueron desbrozadas periódicamente con fuego ni sometidas a un uso intensivo de la tierra.
No hay pruebas de tala o quema de bosques
La directora del estudio, Dolores Piperno, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, dijo que en los análisis del terreno no encontraron pruebas de plantas de cultivo o de agricultura de tala y quema, lo que apunta a que las alteraciones del bosque en las áreas interfluviales de la Amazonía no ocurrieron en la prehistoria.
La explicación más sencilla a esa falta de modificación puede estar en el suelo, con tan pocos nutrientes, que "no habría sido deseable para los cultivos y otras manipulaciones de las plantas en comparación con las áreas en las orillas de los ríos y las llanuras de inundación", indica la nota.
Piperno consideró, sin embargo, que estos resultados "no dicen que la población indígena no utilizara el bosque, sino que lo usaba de forma sostenible" y que la gestión que realizaban "no fue lo suficientemente intensiva" como para aparecer en las zonas de terreno que investigaron.
El equipo analizó 10 núcleos de suelo en una remota zona del noreste de Perú y crearon líneas de tiempo de la vida vegetal y de la historia de los incendios en cada lugar, remontándose a unos 5.000 años. Piperno añadió que todavía hay que trabajar en otras regiones aún no estudiadas, lejos de las riberas de los ríos y de las llanuras de inundación, para obtener una visión más amplia de la Amazonía.