Y no es para menos, porque esta hermosa porción de tierra argentina, ubicada entre Comodoro Rivadavia y Trelew, en la costa marítima de Chubut, propone algo más: un entorno prístino que vibra en sintonía con la belleza natural del país, y un escenario que permite interactuar con una de las zonas de más alta biodiversidad marina de Argentina. Aspectos que colocan a este destino en un nivel superior de belleza.
Impulsado por su enorme biodiversidad, las características particulares del terreno, la costa con formaciones rocosas caprichosas y la gran cantidad de aves y fauna que se puede avistar, este sitio invita a vivir una experiencia plena al pie del mar argentino.
Algunos datos de este entorno sorprenden: "Es un área particular que tiene más de 55 islas e islotes en una extensión de menos de 100 kilómetros", detalló el biólogo Lucas Beltramino. Al mismo tiempo, agregó: "Por diversas razones, la mayoría de ellas tienen colonias reproductivas de aves marinas y de mamíferos que pueden ser observadas por los visitantes".
Y una de esas pequeñas islas, llamada Rasa, que tiene menos de un kilómetro de largo, y se ubica a 14 kilómetros del punto continental más cercano, alberga el 60 por ciento de la población reproductiva de lobos marinos de dos pelos de toda Argentina.
Como todo lugar paradisíaco, Patagonia Azul tiene su perla. En este caso, la zona es el escenario de uno de los animales más increíbles del planeta: la ballena. Por estas costas es posible avistar, dependiendo de la época del año, 4 especies distintas: la Franca Austral, la Jorobada, la Sei y la Minke.
Y se suma, además, la Patagonia terrestre y su estepa donde es posible observar distintos animales silvestres como el guanaco, el choique, la mara patagónica y el armadillo.
Lee también: 5 tips para hacer turismo de manera responsable y amigable con el planeta.
¿Por qué hay tanta biodiversidad en Patagonia Azul?
En este punto del país se reúnen una serie de hechos naturales que convergen en un mismo punto, provocando un entorno único que ofrece esta rica biodiversidad.
"Es un área muy distinta de la Patagonia argentina, principalmente por la formación rocosa, que es volcánica. Esto dio origen a particulares condiciones: las islas modifican las corrientes marinas de la zona, generando lugares con características especiales que la hacen un área muy rica y variada para el hábitat de la fauna", explicó Lucas, quien vive con su familia y trabaja en el Portal Isla Leones, base del proyecto Patagonia Azul, desde hace más de 4 años.
Sobre la gran biodiversidad de la zona, el biólogo destacó que "en el Portal Bahía Bustamante hay una playa muy extensa que, cuando baja la marea, se llena de aves playeras y hacen un espectáculo muy interesante por la cantidad de ejemplares que se pueden ver en un área tan pequeña".
Qué se puede ver en Patagonia Azul
De las dieciséis especies de aves marinas que nidifican en Argentina, trece lo hacen en este sitio a lo largo de 21 colonias de cría que incluyen entre una y siete especies de aves cada una. Algunas de ellas como el petrel gigante, el cormorán imperial, el cormorán de cuello negro, el endémico pato vapor y la gaviota cangrejera. Y se suma además la posibilidad de avistar ballenas, lobos y elefantes marinos, toninas, pingüinos y muchas especies más de aves.
El coordinador del área de Conservación del Parque recalcó que "dependiendo de la época, es la fauna que se va a poder ver".
Los pingüinos, las especies de aves marinas en general, los lobos marinos de uno y dos pelos y las toninas, se pueden observar durante todo el año. Mientras que las ballenas si tienen bien marcada una estacionalidad. La Franca Austral se ve de junio a diciembre; la Sei, de diciembre a junio, la Jorobada de noviembre a marzo y la Minke no tiene estacionalidad, es decir, que su presencia en la región es ocasional.
“Hay especies que son más fáciles de ver que otras. Cerca de Camarones, hay una colonia reproductiva de pingüinos de Magallanes, en el Cabo Dos Bahías. Tiene muchos individuos y es una colonia muy linda porque te permite esa conexión más cercana e individual con los pingüinos ya que, al no ser tan visitada como Punta Tombo, se genera esa posibilidad".
Beltramino explicó además que "durante la época de ballenas muy común poder avistarlas desde la costa. Después, se puede realizar una excursión náutica para ver muchas más especies como toninas overas, bogavantes, petreles, cormoranes, lobos marinos, delfines australes. Con suerte, en la navegación hasta acompañen al bote un montón de toninas juguetonas zambulléndose a lo largo del recorrido. Realmente es muy variada la cantidad de fauna que se puede avistar".
Conocer para cuidar: la importancia de las comunidades locales y del turismo
Uno de los objetivos principales de Rewilding Argentina es abrirle las puertas a la comunidad para que descubra y vaya conociendo más la riqueza natural de su entorno.
"Es importante que la comunidad venga y vea lo extraordinario que es su lugar. Muchas de las cosas que vemos en los documentales de naturaleza alrededor del mundo las tenemos aquí en Chubut y la gente las puede visitar. Argentina en general y Chubut en particular son increíblemente diversas en paisaje y naturaleza. Estos lugares poco explorados siempre tienen algo guardado para sorprender". Comentó Lucas.
Lee también: Alianza del pastizal: ¿es posible producir y conservar?
Como el turismo cumple un rol fundamental para la comunidad, para el visitante y para la naturaleza, una de las principales tareas que se lleva a cabo desde la Fundación es la creación de portales de acceso público y gratuito para que se pueda acceder a estos lugares y conocer y disfrutar su rica naturaleza.
“Además de los ingresos a las Reservas Punta Tombo, Cabo Dos Bahías y Rocas Coloradas, hoy el visitante tiene la oportunidad de acceder a los Portales Isla Leones y Bahía Bustamente con camping, acceso a excursiones náuticas y actividades de senderismo, para que la gente pueda visitar y disfrutar de estos lugares", remarcó el biólogo.
Y concluyó: "Estamos muy contentos porque hoy los vecinos de Camarones, tienen acceso y están conociendo las costas del Parque. Eso es muy importante y necesario porque no podemos conservar algo que no conocemos, y conocerlo implica entenderlo para cuidarlo y poder compartirlo con todos aquellos que lo quieran conocer también”.