* Por Angélica Simón
En el inmenso azul de los océanos, más allá de los territorios de los países, existen áreas fuera de las fronteras nacionales conocidas como alta mar. Esas zonas de gran riqueza natural, envueltas en un halo de misterio y aparentemente inalcanzables, enfrentan una realidad distinta: no son sitios intocables, por el contrario, enfrentan grandes amenazas y necesitamos protegerlas.
¿Por qué? Porque la importancia para la humanidad del alta mar es tan inmensa como ella misma: el alta mar cubre el 61% del área del océano, abarca un sorprendente 43% de la superficie de la Tierra y ocupa el 70% de su espacio vital, incluyendo tierra y mar. Estas aguas internacionales son de gran importancia por la vida marina que las habita y los servicios ambientales que da, como regular el clima del planeta, y por tanto, combatir la crisis climática.
La vida marina que habita este mundo es el motor de la bomba biológica del océano: captura el carbono en la superficie y lo almacena a gran profundidad. Sin este servicio esencial, nuestra atmósfera contendría un 50% más de dióxido de carbono y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable.
Pero estas prodigiosas aguas enfrentan enormes amenazas cobijadas por la falta de leyes o mecanismos eficaces de protección. Aquí una lista de los peligros que enfrentan:
La pesca industrial
La cual saquea las aguas del mundo dejando sin alimentos a comunidades costeras y pescadores de pequeña escala, además de que puede conllevar la captura incidental de especies en peligro como tiburones y mantarrayas. Por ejemplo, en el Océano índico la población de tiburones ha disminuido en un 85% en los últimos 50 años debido a estas prácticas dañinas.
La minería en aguas profundas
Grandes empresas en el sector están desarrollando misiones de exploración en el lecho marino con el fin de que les sean otorgados permisos para comenzar la extracción de metales como cobalto, níquel, cobre y manganeso, así como materiales usados en productos electrónicos que hasta ahora se extraen únicamente en tierra. Los científicos ya han alertado que la minería en aguas profundas tendría efectos devastadores en los ecosistemas oceánicos, agravando la crisis climática y de pérdida de biodiversidad que sufrimos en la actualidad. Por ello, el océano profundo debe mantenerse fuera del alcance de las compañías mineras.
La contaminación por plásticos
Cada año llegan a los océanos cerca de 13 millones de toneladas de residuos plásticos, los cuales afectan a cerca de 700 especies marinas, ocasionando la muerte de un millón de aves y de cien mil mamíferos marinos anualmente. Se han encontrado microplásticos en 1 de cada 5 peces que se comercializan en México (Greenpeace 2019) y en otras especies marinas de consumo humano, como los crustáceos, por lo que puede representar riesgos para la salud de la gente.
La extracción petrolera, que conlleva riesgos como los derrames petroleros y los impactos ambientales, la destrucción que significan.
Por todo esto, es urgente proteger el alta mar. Necesitamos un Tratado Global por los Océanos que sea sólido y cuente con un compromiso internacional vinculante; es esencial para poner fin a estas problemáticas y ejercer un mayor control sobre las industrias que están detrás.