El abrazador fuego que se propagó miles de kilómetros en bosques y parques de Australia el verano pasado, cobró la vida de más de 30.000 koalas. Solo en Nueva Gales del Sur, murieron 5.000 ejemplares en incendios forestales que consumieron alrededor de la cuarta parte de su hábitat. Convirtiendo a los koalas en una especie altamente amenazada y vulnerable ante este tipo de catástrofes.
Un informe de conservacionistas y legisladores del país publicado en junio indicó que un tercio de la población de koalas murió en este tipo de catástrofes. Debido a que casi 182 mil km2 de arbustos se quemaron y 48 mil km2 de tierra en Nueva Gales fue devastada.
Las furiosas llamas han dejado tras ellas escenas apocalípticas y devastadores impactos en áreas con mucha biodiversidad. Pero ninguna especie se ve tan afectada como los koalas, quienes incluso, pueden enfrentar la extinción en las próximas dos décadas.
Además, Nueva Gales del Sur no es la única zona afectada, ya que en la Isla Canguro el 80% de estos ejemplares murieron en el infierno productos del fuego. Y un poco menos de esta cifra padeció el mismo destino en Queensland, Victoria y Australia del Sur.
Carrera contra reloj para evitar más muertes por las incansables llamas
Esta especie es considerada vulnerable a los incendios forestales por su lenta movilidad corporal y porque viven en arboles de eucalipto, los cuales se queman rápidamente. Josey Sharrad, activista de vida silvestre del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, explica que en medio de un incendio, a los koalas no les da tiempo de escapar y mueren en ellos. Sobre todo cuando las intensas llamas arrasan las copas de los arboles donde viven.
Ahora, un equipo de científicos dirigido por investigadores de la Universidad de Adelaida está trabajando en medidas para mejorar la supervivencia de los animales en futuros incendios. Las investigaciones se encuentran centradas en los datos clínicos sobre las lesiones que sufrieron estos pequeños producto del fuego. De esta manera planean garantizar un mejor y más tratamiento en el futuro.
La especialista en salud de koalas en la Escuela de Animales de la Universidad de Adelaida, Natasha Speight, explica lo siguiente:
“Muchos de estos incendios forestales ocurrieron en el hábitat de los koalas. Y debido a que los koalas dependen de los árboles de eucalipto para su alimento, agua y refugio, son particularmente vulnerables”
Gran parte de su población sufrió quemaduras, deshidratación y hambre en los días posteriores a las a los incidentes con las llamas. El rescate y atención que recibieron fue gracias a la incansable dedicación de voluntarios y experimentados en rescate de este tipo de animal. Y también a los hospitales de vida silvestre, parques, zoológicos y veterinarias privadas, que recibieron cientos de pacientes para su tratamiento y atención.
La meta actual del proyecto es identificar los factores de riesgos y evaluar los resultados de los tratamientos relacionados con quemaduras. Asimismo, la inhalación de humo, deshidratación y las enfermedades, a fin de mejorar el cuidado de los koalas afectados en próximos incendios forestales.