Las temperaturas récord y los meses de sequía severa han alimentado una serie de incendios forestales masivos en toda Australia que han acaparado la atención mediática mundial. Aunque las recientes condiciones más frías y la lluvia han traído un respiro, más de 100 incendios siguen ardiendo en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
Hasta el momento, han muerto 29 personas, incluidos cuatro bomberos, unos 500 millones de animales, y se han quemado aproximadamente 10 millones de hectáreas (130.000 kilómetros cuadrados) de arbustos, bosques y parques en toda Australia.
Como comparación, los incendios de la Amazonía en agosto de 2019, que causaron controversia global, destruyeron un área de 900 000 hectáreas, más de 10 veces menos.
En el estado más afectado, Nueva Gales del Sur (NSW), el fuego ha afectado a más de 5 millones de hectáreas, destruyendo más de 2.000 casas y obligando a miles a buscar refugio en otros lugares.
Los bomberos del sureste de Australia enfrentan fuertes vientos y temperaturas superiores a los 40 grados centígrados mientras trabajan para salvar vidas. Más de 250.000 personas han abandonado sus hogares en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur como resultado.
¿por qué esta temporada de incendios ha sido tan intensa?
Los incendios forestales en Australia siempre han afectado extensas regiones del país, causando daños a la propiedad y dando lugar a la muerte de aproximadamente 800 personas desde 1851.
Algunos de los incendios forestales más intensos, extensos y mortales ocurren comúnmente durante las sequías y las olas de calor, como la del sudeste de Australia de 2009, así como los incendios de esta temporada en curso.
Los incendios forestales siempre han sido parte de la ecología y el medio ambiente de Australia. De hecho, parte de la flora nativa del país ha evolucionado para depender de los incendios forestales para su reproducción.
Entonces, ¿cómo fue que se salieron de control en los últimos meses?
Causas múltiples
Para empezar, Australia sufrió en 2019 su año más caliente y seco jamás registrado, generando las condiciones propicias para fuegos a gran escala.
"Sin duda, el cambio climático es real y tengo la sensación de que está actuando como un potenciador", dijo el profesor Stephen J. Pyne de la universidad estatal de Arizona, un experto en la historia del fuego, al portal australiano News.
El profesor indica que los incendios han aparecido cada vez con más frecuencia desde los últimos 20 años, indicando una relación directa con el recrudecimiento del cambio climático.
Históricamente, enero y febrero fueron los meses en los que los incendios grandes eran más probables, pero estos incendios comenzaron más temprano de lo normal, con algunos estallando desde octubre.
La mayoría de las veces, los fuegos empiezan como resultado de un impacto de relámpago o accidentalmente, como resultado de chispas causadas por humanos. También se han dado casos en los que los incendios son iniciados deliberadamente.
Un estudio de 2009 indica que se dan alrededor de 50.000 incendios forestales anualmente en Australia, y aproximadamente el 13% de ellos son causados deliberadamente, así que cabe pensar que muchos de los incendios actuales fueron causados por personas maliciosas.
El incremento de los niveles de CO2, la aridez, el calor, y los incendios accidentales y deliberados se combinaron para causar una de las temporadas de incendios más mortíferas de la historia de Australia.
Fuentes: