Existen distintas variedades de ballenas, pero a todas ellas las une una misma característica: son extremadamente curiosas y amistosas. Estas personas vivieron la magnífica experiencia de nadar junto a estos enormes cetáceos. Pudieron acercarse, mantener contacto visual con ellos e incluso jugar un rato. Sumérgete en el fondo del océano y mira el registro de sus aventuras.
"La gente sale del agua llorando después de haber estado nadando con una ballena", le dijo el fotógrafo Scott Portelli a Daily Mail. Él lleva más de 12 años retratando la experiencia de quienes visitan el Reino de Tonga, en Oceanía, uno de los mejores lugares para nadar con ballenas jorobadas. "Algunos lloran con alegría y asombro, otros no pueden ni hablar", agregó.
Craig Perry es otro fotógrafo que se animó a nadar con gigantes en el Reino de Tonga. "Su naturaleza curiosa creó la interacción más profunda que haya experimentado. Cada una de ellas se ocupó de darme la bienvenida a su mundo", relató.