Interesados por el medio ambiente desde edades tempranas, Ángela, Sara y Jorge se sumaron al llamado de la activista sueca Greta Thunberg a tomar las calles cada viernes para reivindicar una mayor acción climática de los gobiernos. Originarios de Chile, Costa Rica y México, respectivamente, se unieron al denominado movimiento global "Viernes por el Futuro", y están participando en la cumbre del clima de Madrid (COP25).

Aunque sus motivaciones son diversas, estos jóvenes comparten el mismo interés por la preservación del planeta. Jorge Martínez Pérez Tejada empezó a implicarse con la organización 350 en campañas de desinversión en combustibles fósiles durante sus estudios en la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).

De vuelta a México y tras el cambio de gobierno, sintió la "necesidad de hacer algo y crear conciencia en las personas”. Así, el llamado de la joven sueca lo impulsó a hacer un cambio en su vida. "Renuncié a mi trabajo para dedicarme únicamente al activismo”, dijo a DW.

El mexicano era profesor de una escuela en Boca del Río (Veracruz). No obstante, esta situación le planteó una contradicción ya que "les estaba pidiendo a mis estudiantes (jóvenes de 12 a 17 años) hacer más, cuando yo también podía hacer más”. Una experiencia que le ha permitido llevar a cabo capacitaciones, participar en cumbres y "dialogar con tomadores de decisiones en México y otros países”.

Especializado en energía y sostenibilidad, el joven, de 28 años, asistió el martes (10.12.2019) a la rueda de prensa en la que México anunció, junto a Italia, que incorporará la educación medioambiental obligatoria. "Es insuficiente, porque no solo hay que educar a los niños. Tenemos que reeducar a toda la población”, consideró.

Asimismo, criticó la postura del gobierno ya que mientras "a nivel internacional se perfila como uno de los líderes climáticos, dentro del país promueve proyectos que van en contra de una transición energética lo más rápida posible”. Así, lamentó que "en México quieren abrir nuevas carboeléctricas” a pesar de su potencial en energías renovables.

En Costa Rica hay "bastante participación”

Una situación que contrasta con la de Sara Cognuck de Costa Rica, cuyo país es uno de los pocos en el mundo que presume de tener una matriz energética casi totalmente limpia. Además de esta diferencia, también destaca la interacción de la juventud a través de plataformas creadas por el gobierno, desde 2002. "En Costa Rica es un privilegio, tenemos bastante participación”, dijo a DW.

La joven de 24 años está presente en la cumbre del clima junto a otros seis jóvenes, como parte de la delegación costarricense. "Con el gobierno actual hemos logrado encontrar los espacios”, agregó. En ese sentido, señaló que el objetivo es formar a los jóvenes que asistan a las cumbres climáticas para que "no vengan solo como espectadores, sino con conocimientos y capacidades para que puedan desarrollarse en estos ambientes”. "Solo hay adultos en el equipo de negociación”, lamentó, apuntando que se espera que en la próxima cumbre dos o tres jóvenes participen ya en las negociaciones climáticas.

Cabeza visible de las huelgas climáticas que se han celebrado en el país centroamericano, subraya que estas "no son tan fuertes como las que vemos en el norte” ya que "en el sur es una cuestión de resistencia, de supervivencia; la gente clama por su vida”. Por este motivo, aplaudió el gesto de Thunberg de dar la palabra a los jóvenes activistas del hemisferio sur en la rueda de prensa del lunes (9.12.2019), junto a la activista alemana Luisa Neubauer. "Greta entiende que es un tema de justicia climática”, remarcó.

Chile: "momento histórico para involucrarse”

Entre ellos se encontraba Ángela Valenzuela, una de las portavoces de "Viernes por el Futuro" de Chile. "Todos tuvimos nuestro momento para hablar, ‘Fridays' es consciente de que al sur no se le da la suficiente visibilidad, pero la misma Greta está creando estos espacios”, subrayó Valenzuela en entrevista con DW.

La joven de 25 años se unió al llamado de Thunberg para organizar la marcha climática en Santiago el pasado 15 de marzo. No obstante, su participación en el activismo medioambiental se remonta al 2013 con "Earth for Brackets", una organización de estudiantes universitarios estadounidenses con la que asistió a la COP20 en Lima, y a la COP21, en París.

Tras siete años viviendo fuera del país, en los que estudió Ecología Humana, volvió a Chile en diciembre de 2018. Con el anuncio de la realización de la COP25 en Santiago sintió que "había un momento histórico en el país para involucrarse”, apuntando que este acontecimiento provocó que el movimiento se fortaleciera. "Tuvimos nuestra marcha más grande el 27 de septiembre, con más de 100.000 personas en Santiago por el clima, y eso nunca se había visto”, aseguró.

Para Valenzuela, "el tema de la crisis social está completamente ligado a la crisis ecológica”. Por eso, "las demandas sociales deben ser respaldas por un cambio de modelo”. En este sentido, "ahora, tenemos una oportunidad de contar con una nueva Constitución en abril, y un objetivo de la sociedad civil es que incluya elementos de acción climática”, aseguró.

Fuente:

DW