Los sorbetes de plástico pronto dejarán de ser un problema. Al menos, dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Esto se debe a una de las más recientes medidas adoptadas por su Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAyEP), que la semana pasada firmó una resolución que prohíbe, de manera progresiva, el uso de los mismos en los comercios de la Ciudad. De esta manera, se busca poner un freno a la contaminación generada por los sorbetes, que constituyen el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos.

La prohibición se dará en dos etapas. La primera apunta a desalentar su uso. Para ello, la resolución establece que los locales gastronómicos no podrán colocar sorbetes plásticos de un solo uso en las bebidas, a menos que el cliente lo solicite. La segunda etapa, que comenzará una vez transcurridos 6 meses desde la publicación de la medida en el Boletín Oficial (se publicó el 22 de mayo), directamente prohíbe su utilización, entrega y expendio.

Como su denominación lo indica, los “sorbetes plásticos de un solo uso” son aquellos que, además de estar hechos con este material, están destinados a ser usados una única vez para luego ser descartados. Se trata, entonces, de un producto que resulta demasiado caro para el ambiente: mientras se los utiliza por apenas unos minutos, pueden tardar entre 150 y 400 años en descomponerse.

Alrededor del 62 % de la producción de plásticos está destinada a la fabricación de productos de packaging y de un solo uso, que al desintegrarse generan partículas conocidas como microplásticos. Estas partículas son ingeridas por la fauna acuática y, de esa manera, se extienden al resto de la cadena alimentaria. En el Río de la Plata, por ejemplo, se encontraron surubíes, sábalos y pejerreyes con partículas de material sintético en sus tubos digestivos.

La nueva disposición no sólo alcanza a los establecimientos gastronómicos sino también a los quioscos, hoteles, shoppings, galerías comerciales, centros comerciales a cielo abierto, cadenas comerciales, locales de eventos y boliches. Estos comercios serán fiscalizados una vez que comience la segunda etapa, para controlar que se cumpla con la nueva normativa. Entre las alternativas que se bajaran ante la prohibición, la más común es la utilización de vasos o tazas, tal como sucede en el hogar. También existen sorbetes de cartón descartable que estarán permitidos.

Esta medida se alinea con la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Ley N° 1.854), conocida como “Ley de Basura Cero”, que establece el principio de reducción progresiva en la disposición final de este tipo de residuos dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. En ese sentido, con la reciente prohibición, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público pone en práctica dicha reducción progresiva, del mismo modo que lo hizo en 2017 cuando prohibió la entrega gratuita de bolsas plásticas en los hipermercados, supermercados y autoservicios de la Ciudad. A partir de aquella medida, los mismos vecinos adoptaron un cambio de hábito y empezaron a concurrir a los supermercados con sus propias bolsas ecológicas.

Fuente:

GCBA