Como todos sabemos, el avance de la tecnología tiene sus ventajas, pero también un costo. Trae consigo que cada vez usemos más artículos que se desgastan y no son reusables, y que provocan mucho daño al ambiente, sobre todo cuando no se tratan bien. Eso pasa por ejemplo con las pilas comunes.
Buscando una solución que no contamine ni dañe la salud de los ciudadanos, la Ciudad de Buenos Aires prepara una ley para gestionar las pilas en desuso.
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Esta semana en Buenos Aires (Argentina), el Ministerio de Ambiente de Espacio Público -a cargo del ministro Eduardo Macchiavelli-, a través de su Agencia de Protección Ambiental, creó y está impulsando la Ley para la Gestión Integral de Pilas Comunes Agotadas.
¿Qué contempla este proyecto de ley?
Según la propuesta del Ministerio de Ambiente de Espacio Público, el proyecto permitirá:
- Los sujetos obligados (productores e importadores) deben presentar ante la Autoridad de Aplicación un Plan de Gestión Ambiental de Pilas en Desuso en forma individual o colectiva, según lineamientos técnicos.
- Lograr una mayor recuperación y valorización de los componentes de las pilas en desuso mediante la implementación de las mejores tecnologías disponibles.
- Maximizar la eficiencia en el uso de los recursos y minimizar la presión sobre los mismos, siguiendo los lineamientos y principios de la economía circular.
- Concientizar e informar a los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires respecto de los potenciales impactos sobre la salud y el ambiente de los residuos provenientes de las pilas en desuso.
- El alcance de esta propuesta llegaría a las pilas de uso común: AA, AAA, AAAA, C, D, N pilas prismáticas de 9V y pilas botón.
Esta no es la primera iniciativa en tratar adecuadamente las pilas en desuso. En 2017 la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires (APRA) logró exportar a Francia unas 400 mil pilas eléctricas usadas (10 toneladas) para su tratamiento y reciclaje.
¿Por qué es necesario tratar adecuadamente las pilas agotadas?
Consecuencias en el ambiente:
Una vez desechadas pueden perder su capa protectora de metal, ya sea por corrosión interna de sus elementos o por acción climática, causando el derrame de metales pesados que pueden filtrarse a través del suelo y alcanzar cursos de agua subterránea y acuíferos con un alto impacto a los recursos naturales y a la salud tanto de los humanos como de los animales y plantas que se encuentren cerca.
Efectos en la salud humana:
La inhalación o ingestión de las sustancias que componen las pilas presentan altos niveles de toxicidad. Un elevado nivel en sangre de mercurio puede ser perjudicial para los riñones, las capacidades cerebrales y el feto en gestación, provocando daños cerebrales irreversibles, falta de coordinación, ceguera y convulsiones.
Por todo esto, muchas son las razones para tratar adecuadamente este tipo de desechos, ¡Excelente iniciativa!