¡Los datos son alarmantes! Un litro de aceite puede llegar a contaminar un millón de litros de agua, según defiende el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA).
Una nueva investigación encabezada por la empresa de logística y saneamiento de la industria aceitera, DH-SH, junto a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires constata que se desechan, al año, poco más de 100 millones de litros de aceite vegetal usado.
Sin dudas, este informe deja en evidencia que el alto poder contaminante es exponencial. Si bien algunos gobiernos están llevando a cabo acciones para concientizar a la población, la mayor responsable de esta gestión es la sociedad toda quien, a través de comportamientos poco comprometidos, contribuye al deterioro de los recursos naturales.
Según afirma el estudio, más de la mitad de los argentinos que cocinan fritos no separan este residuo. En línea con lo expresado, se estima que de los 20 litros al año que se consumen en los hogares para alimentación, se genera un desecho de 2.6 litros de aceite vegetal usado, promedio calculado por persona.
En líneas generales, llegamos a la conclusión de que son aproximadamente 122 millones de litros por año que se producen cotidianamente, de los cuales 95 millones no se gestionan adecuadamente.
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¿Es posible redireccionar el rol del poder en pos de proyectos sustentables?
Instar a los gobiernos a involucrarse y promover políticas que potencien el uso sostenible de recursos naturales es fundamental de cara a un presente y futuro más equitativo, en medio de una desigualdad y crisis socioambiental que parece no tener freno.
Dicho esto, el informe fue presentado el 2 de junio, del corriente año en la Cámara de Comercio de San Lorenzo, Santa Fe, más de 20 municipios y comunas de Entre Ríos y Corrientes participaron.
¿Cómo lo llevaron a cabo? Diversos expositores y expertos se sumaron a esta iniciativa, entre ellos: el gerente de DH-SH, Jorge Finardi, por otro lado, María Semmartin (Ingeniera Agrónoma e investigadora de FAUBA), Nadia Mazzeo (Lic. en Cs. Ambientales, capacitadora ambiental de Mandala Consultora), Fernando Vilella (Ing. Agr. Profesor y Director del Programa Bioeconomía de FAUBA), y la Ingeniera Ambiental Antonella Druetta y Claudio Mior, responsables de Ambiente y del Área Uco de DH-SH.
Tal como anunció Marcelo Gallini, subsecretario de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente de la provincia de Santa Fe: “La construcción de la agenda ambiental, tiene que ser desde la percepción de los problemas ambientales que tiene la gente en lo local. Debemos empoderar territorialmente los gobiernos locales y acompañar sus procesos. La educación ambiental es clave y debe ser intercultural, intergeneracional y tener perspectiva de géneros”.
El gran desafío: cambiar el modo de consumo
Existen múltiples posibilidades de darle vida a los desechos, tan solo debemos apostar a la economía circular para así poder mantener lo que queda de los recursos existentes. En momentos de incertidumbre, negar y rechazar la realidad no nos permitirá evolucionar y hallar nuevas soluciones en pos de frenar la actual crisis ambiental que debiera interpelarnos a todos.
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Para finalizar, la presente investigación pone de manifiesto que el agua está siendo contaminada por el uso de aceites que luego son desechados en lugares inadecuados. ¡Los datos científicos son claros y las consecuencias serán terribles para toda la humanidad!