* Por Verónica Beatriz Iraola, integrante de Agenda Ambiental Mendoza, licenciada en Información Ambiental y agister en Ambiente y Desarrollo Sustentable.
El Kiri o, por su nombre científico, Paulownia tormentosa, es una especie de árbol originario de China que, dicen, ayudaría a luchar contra el cambio climático. Pero lo que no dicen es que al ser plantada en otros ecosistemas pasa a ser una especie exótica, lo cual implica que consigue establecerse y avanzar en los nuevos ambientes causando impactos severos sobre la diversidad biológica y empobrecimiento de los servicios ambientales.
En Argentina, hay varias provincias que ya han comenzado a plantarlo y otras que lo ven como una gran oportunidad, pero biólogos del CONICET advierten sobre los posibles peligros que puede llegar a tener esta especie exótica con altas probabilidades de ser invasora, porque tiene la capacidad de desplazar a las nativas, generando un desequilibrio en el ecosistema.
Se dice que uno de los beneficios es su alta tasa de crecimiento, ya que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono durante el transcurso de su vida, pero lo que no se dice es que lo libera rápidamente en su descomposición cuando muere, entonces, durante su ciclo de vida la liberación y absorción se suple, siendo entonces escasos los beneficios que aporta para la problemática del cambio climático.
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Por otra parte, científicos colombianos que forman parte del Comité Técnico Nacional de Especies Introducidas o Trasplantadas Invasoras del Gobierno, consideran que el kiri es una bomba de tiempo en potencia: crece con impresionante rapidez, produce miles de semillas que se dispersan con el viento, de sus ramas se pueden reproducir nuevos árboles y rebrota con facilidad después de un incendio.
Estas ventajas, que lo convierten en una súper especie que prolifera en ambientes intervenidos como pastizales y rondas de ríos, son justamente lo que lo hacen una planta muy difícil de controlar. Por eso, hace dos meses, este Comité, que es el responsable de evaluar los riesgos de las especies no nativas que llegan al segundo país más biodiverso del mundo, concluyó que es mejor evitar su proliferación que lamentarla.
Además, los estudios hablan del Kiri como una especie “prometedora” para la fitorremediación (descontaminación) de suelos contaminados con metales pesados. Sin embargo, de acuerdo con el Centro de Especies Invasoras y Salud Ecosistémica de Estados Unidos, este forestal es una amenaza ecológica, es agresivo e invade áreas naturales debido a su rápido crecimiento y la ausencia de competidores y enemigos naturales.
Concluyendo, podemos decir que no existen estudios avanzados o certeros que demuestren que los posibles beneficios de esta especie sean mayores o compensen los perjuicios que se saben, traen las especies exóticas en un nuevo ecosistema.
Entonces, antes de plantar una especie nueva en un lugar hay que tener en cuenta que:
- En materia ambiental no se pueden tomar decisiones en forma aislada, es necesario evaluar las condiciones y las posibles modificaciones que se pueden generar en el equilibrio de los ecosistemas.
- Una especie muy resistente a cualquier condición climática, en condiciones ideales, se transforma en invasora, desplazando a las especies nativas.
- El Kiri, a comparación de otras especies, tiene un recuento de polen muy bajo así que no beneficiaría a la conservación de las abejas o no sería significativo su aporte en cuanto a esto.
- Y tener en cuenta que una especie autóctona bien desarrollada puede generar innumerables beneficios ecosistémicos.
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FUENTES:
- INTA, Antecedentes y Cultivo del Género Paulownia “KIRI” en Argentina, Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, Presidencia de la Nación Argentina, 2019.
- Semana.