La obsesión por el cuerpo perfecto es un problema común, que hoy en día está más en boga que nunca. A pesar de todas las militancias body positive, la mayoría de las personas (y las mujeres mayoritariamente) sienten que su cuerpo no es suficientemente bueno.
Así, los trastornos alimenticios se multiplican. Tradicionalmente hay dos muy conocidos: la anorexia y la bulimina.
La anorexia es una enfermedad que pone en riesgo la salud de la persona, porque esta empieza a comer mucho menos de lo que su cuerpo necesita, llevando a la delgadez extrema. La anorexia se relaciona también con una distorsión de la imagen corporal.
La bulimia, por otra parte, se caracteriza por hábitos alimenticios alterados. Así, se intercalan períodos de cuidarse con la comida y momentos donde la persona come demasiado seguido y de forma compulsiva: son los atracones. A estos, le sigue una “purga”, a veces vómitos autoprovocados, uso de laxantes o entrenamiento extremo.
Pero, como decíamos, actualmente hay muchos otros trastornos alimenticios que son igual de graves que estos, o incluso más: puesto que no se consideran como tales, y por tanto no son controlados.
Incluso, muchos pueden parecer hábitos saludables a primera vista. Pero cuando se vuelven obsesivos, se transforman en un trastorno que puede afectar la salud.
Conoce estos trastornos alimenticios para estar alerta.
Ortorexia
La ortorexia es la obsesión por comer sano, y consiste en un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos.
Así, las personas que sufren este trastorno pasan muchas horas de su vida dedicadas al análisis, compra y preparación de la comida.
Por supuesto que intentar comer de forma saludable no es en sí mismo un problema. Lo que sí es un trastorno es cuando eso se vuelve una obsesión, que incluso puede separar a la persona de su entorno social.
Según la OMS, este trastorno afecta hoy en día al 28% de la población occidental.
Vigorexia
Este trastorno alimenticio y físico se conoce también como “anorexia inversa”, y tiene que ver con la obsesión por sentirse fuerte y vigoroso, en contraposición a ser delgado y débil.
Entonces, estas personas realizan gran cantidad de ejercicio muscular, para aumentar de tamaño, pero también consumen suplementos proteicos y anabólicos en grandes cantidades.
A diferencia de otros trastornos alimenticios, es más común en hombres que en mujeres.
Permarexia
Las personas que sufren permarexia pasan toda su vida a dieta. Nunca dejan de estar en régimen, aunque pueden ir variando la dieta a la que suscriben en cada momento.
Aparece comúnmente una obsesión por las calorías consumidas y se tiene mucho miedo de engordar.
Si bien no es tan grave en sí mismo, este trastorno es muchas veces la antesala a la anorexia.
Pregorexia
Este trastorno se da en mujeres embarazadas que, ante su nueva situación, entran en pánico de subir de peso. Entonces, hacen dietas estrictas durante el embarazo y rutinas de ejercicio muy demandantes.
Lógicamente, esta actitud no es saludable ni para la mujer ni para el embrión, que corre muchos riesgos. Generalmente, las mujeres que sufren pregorexia tuvieron algún episodio de anorexia en su vida.
Protomanía
Ya sabemos que tomar agua es súper beneficioso para la salud, puesto que estamos compuestos por un 70% de agua. Sin embargo, las personas con protomanía pasan el límite de lo normal: están obsesionadas con tomar agua y pueden llegar a beber entre 4 y 6 litros de agua por día.
La sobredosis de agua permanente deja de ser buena para la salud, afectando el funcionamiento de los riñones y del sistema circulatorio, entre otros.
Muchas veces, las personas que tienen este trastorno se “llenan” con agua porque tienen otro de los trastornos alimenticios, como permarexia o anorexia, con lo cual beben agua porque tienen el estómago vacío y no quieren comer.
Drunkorexia
Este trastorno está “de moda”, especialmente entre adolescentes. A la hora de salir de fiesta, los jóvenes con drunkorexia evitan la comida para “compensar” las calorías que consumirán a través del alcohol.
Así, en este cóctel muy poco saludable se funden el alcoholismo y la anorexia, dando como resultado jóvenes que cambian la comida por el alcohol, con toda la gravedad que eso implica.
Ahora que los conoces, ¿Cree s que conoces personas con trastornos alimenticios?
Fuentes: