¿A ti también te pasa que, si pruebas una patata frita, luego no puedes parar de comer? Cuando vas al cine y compras palomitas de maíz, ¿te las terminas demasiado rápido? Es algo muy común, y el problema no eres tú o tu falta de fuerza de voluntad: son los alimentos.
A este tipo de productos, cuya composición hace que no puedas dejar de comerlos, se los conoce como hiperpalatables. Según un estudio reciente de la Universidad de Kansas en Estados Unidos y publicado en la revista Obesity, estos alimentos componen un área primordial en el estudio de la nutrición.
Si bien, en general, la mayoría de las personas puede identificar ciertos productos que provocan adicción -como las pizzas, palomitas de maíz, hamburguesas, refrescos o helados-, los autores del estudio proponen un método para saber cómo identificar los hiperpalatables.
Según indican, esto se logra mirando su información nutricional a la hora de adquirirlos. Leer las etiquetas nos permitirá tener una idea de cuáles son los componentes mayoritarios del producto, o saber si un alimento contiene azúcar o sal añadidos, granos enteros o harinas refinadas, aceite vegetal o grasas sólidas.
“Las descripciones de las comidas palatables son al mismo tiempo demasiado generales o demasiado restrictivas”, señala un fragmento del estudio. Por eso, muchas veces encontramos alimentos que, aún siendo palatables, no entran en la categoría de peligrosos o adictivos porque no son considerados comida rápida.
Según las conclusiones del informe, son alimentos hiperpalatables aquellos con:
- El 25% o más de calorías procedentes de grasas
- Más del 20% de calorías procedentes de grasas y otro porcentaje superior al 20% de azúcares
- Un 40% de calorías de carbohidratos
El 62% de los alimentos analizados cumplieron con las condiciones de la categoría. Los principales productos fueron pizzas, hamburguesas, fritos y dulces. Sin embargo, los investigadores también descubrieron que productos marcados como “bajos en grasas” podían entrar en esta categoría de alimentos, como vegetales cocinados en salsas o con cremas.
"El método de preparación y procesamiento de la comida es clave para determinar su hiperpalatabilidad, y no solo el producto en sí", apunta el informe. Es por eso que los autores advierten sobre el uso que se le da a la sal para realzar el sabor de los alimentos y, con ello, su probabilidad de crear adicción.
Sus efectos en la salud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos alimentos ricos en sodio, azúcar y grasas pueden provocar hipertensión arterial, diabetes y obesidad, entre otras enfermedades.
Además, el estudio asegura que estos productos tienen ciertos ingredientes que logran activar mecanismos en el cerebro que retrasan la sensación de saciedad. Así, logran que comamos de más sin darnos cuenta cuándo es suficiente.