Llevamos meses viviendo un cambio de paradigma, uno de los sectores que más está sintiendo esta evolución, es el turismo. Las circunstancias han llevado a la industria y a los viajeros/as a repensar la forma de viajar, la forma en la que se descubre un destino y la huella que allí se deja.

Seguramente hayas escuchado que el turismo sostenible es el turismo del futuro, el turismo que necesitan los destinos para que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de manera consciente y responsable. Bueno, te adelanto que el turismo sostenible no existe. Disculpa por el spoiler pero todos y todas sabemos que viajar deja huella y puede apoyar modelos tóxicos que perjudican a los lugares que visitamos y a sus habitantes.

La buena noticia es que podemos formar parte de la solución. Debemos saber diferenciar lo que es responsable y lo que no, a partir de ahí podemos avanzar. Esta tarea no es sencilla pero lo más importante de todo este asunto es ser conscientes, es la base del turismo con propósito. Debemos tener claro que hay ciertos aspectos de los viajes y de nuestro modo de vida que pueden contaminar mucho y perjudicar a las personas que viven del turismo.

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viajera

Y te preguntarás: ¿Cómo paso a la acción? ¿Cómo consigo viajar con un impacto positivo sobre el planeta y comunidades? Es más sencillo de lo que imaginas:

- Evita empresas con malas praxis abusivas, el turismo masivo, los grandes complejos hoteleros, los turoperadores grandes y no redistributivos con los destinos que se visitan.

- Reflexiona sobre adónde va a parar el dinero, el impacto en el medio ambiente y las comunidades locales.

- Procura que la mayor parte del dinero se quede en la economía local del destino, en sus negocios, pequeños proyectos, en locales respetuosos, en operadores, agencias y hoteles con conductas éticas.

- Opta por los viajes solidarios, el voluntariado y el slow travelling.

- El tren mejor que el avión y la carretera, mejor desplazamientos locales a pie o en bicicleta y el consumo de bienes y servicios éticos.

- No olvides que somos invitados, debemos respetar el entorno, la cultura, las personas y los animales.

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amigas en bicicleta

Si algo nos está enseñando la pandemia es que el turismo responsable es más importante que nunca. Algunos motivos de peso los hemos visto meses atrás, residentes de ciudades asfixiadas por el turismo aprovechando esta pausa para viajar sin agobios, sin estrés disfrutando de sus destinos más que nunca. Venecia y Ámsterdam son claros ejemplos de ello. Muchas ciudades que recurrieron a la bicicleta durante la ola más fuerte de la pandemia se han comprometido a mantener una forma de transporte más respetuosa con el medio ambiente tanto para los lugareños como para los visitantes.

Además, han surgido numerosas coaliciones como, Future of Tourism o Tourism Declares Climate Emergency, creada por organizaciones comprometidas, las cuales han establecido 13 principios rectores para ayudar a la industria a reconstruirse mejor, y docenas de organizaciones y empresas se han adherido.

Parece que estar sufriendo las consecuencias de una pandemia no es suficiente para que la industria muestre compromiso y se reinvente sobre principios y prácticas responsables, éticas y sostenibles. Parece increíble pero, en nuestra mano está la recuperación responsable del sector turístico, de nuestras decisiones viajeras dependen la sostenibilidad en el tiempo de las comunidades y el planeta en el que vivimos.

¿Te convence esta manera de viajar? Cuéntame en los comentarios.