Panamá es un país con mucho que aportar al viajero. Goza de una cultura que es el fruto de la fusión de historias de ida y vuelta de españoles, africanos, árabes, judíos, estadounidenses y chinos, los cuales dejaron su estela en las costumbres de los nativos. Este intercambio se ve fielmente reflejado en estilos de música como la cumbia, el punto o el bullerengue, y en sabrosos platos como el sancocho, el arroz con frijoles o el ceviche. Si a este interesante cóctel le añadimos el carácter desenfadado y hospitalario de sus gentes, definitivamente obtenemos una opción sumamente atractiva para tu próxima aventura.
Sin embargo, si tuviéramos que decantarnos únicamente por una cualidad turística serían sus paradisiacas playas. Su interminable línea de arena blanca y mar esmeralda es un sueño para ese trotamundos que ansía relajarse, deleitarse con horizontes de película y tostarse al sol.
Su territorio alberga nada menos que 2490 kilómetros de litoral, repartidos aproximadamente a partes iguales entre la costa caribeña (norte) y la costa del Pacífico (sur). Al contar con tal extensión la elección no ha sido fácil, pero finalmente hemos seleccionado las 6 siguientes playas atendiendo a criterios de belleza de sus paisajes, singularidad y serenidad del entorno, riqueza del ecosistema y valoración de los turistas.
Ojalá seáis capaces de transportaros mentalmente desde vuestros hogares y por supuesto de conocerlas pronto.
1. Playas de Cayos Zapatilla (Bocas del Toro)
Se encuentran en las islas de Cayos Zapatilla Norte y Sur, en dirección sureste de la Isla Bastimentos, de mayores dimensiones, que a su vez está localizada en el archipiélago y provincia de Bocas del Toro, que linda con la frontera con Costa Rica. Fueron bautizadas de esta manera debido a la silueta de calzado que ambas dibujan. Según la leyenda, fueron originadas por las pisadas de Dios al descender del cielo.
Su seña de identidad es el arrecife de coral, que es perfectamente visible al bucear o al usar el snorkel en virtud a las aguas transparentes. La vida submarina y el medio terrestre mantienen una estrecha y frágil relación, por lo que es de suma importancia preservar el hábitat lo mejor posible.
Su belleza es tal que fueron el escenario elegido para el reality “Expedición Robinson”. No olvides llevar suministros para el transcurso del día, pues en el área del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos no existen negocios de venta de comida y bebida. Si quieres sentirte como un náufrago alejado de la civilización, quizás este escondite de arena blanca es el sitio ideal.
Además, una especie de tortugas en peligro de extinción acude a estas islas a depositar sus huevos. Desde luego, el mero hecho de presenciar esta magnífica experiencia de la naturaleza ya merece la pena tu esfuerzo para llegar aquí.
2. Playa Estrella (Bocas del Toro)
Está situada en la Isla de Colón, también en la región de Bocas de Toro. Starfish Beach dispone una forma curvada que la protege de la marea y por ello se asemeja a una gran piscina sin olas.
Su nombre se debe a la inmensa constelación de estrellas marinas anaranjadas que habitan en su fondo y que podemos disfrutar gracias a las aguas cristalinas. Seguro que sentirás la tentación de realizarte una foto con una bonita estrella, pero por favor recuerda que no está permitido tocarlas y mucho menos sacarlas del mar con el fin de cuidarlas y salvaguardarlas para futuras generaciones.
3. Playa Santa Catalina (Veraguas)
Está localizada en Soná, en la provincia de Veraguas. Es una referencia para los amantes del surf, ya que goza de constantes y potentes olas, así que si elijes tu destino para practicar tu deporte favorito no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar esta playa de arena negra.
La temperatura ambiente acompaña en cualquier época de año, moviéndose en una agradable franja de entre 16°C y 30°C. Además, está rodeada por kilómetros de naturaleza salvaje y primitiva. Sin ir más lejos, es una ubicación estratégica para adentrarse en el bosque cercano a través del Sendero de la Cresta, desde donde alcanzarás una gratificante panorámica del Golfo de Montijo.
4. Isla Coiba (Veraguas)
La isla más grande de la nación pertenece al sur de la provincia de Veraguas. Fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005 debido a su increíble biodiversidad, hospedando permanentemente corales de colores intensos, 36 especies de mamíferos, 39 de anfibios y reptiles y 147 tipos de aves. La rica y exuberante flora de árboles primarios resguarda y fomenta toda la fauna autóctona. Por todo esto es probablemente el mejor enclave para el turismo ecológico y sostenible.
Es curioso pensar que la estupenda conservación de Isla Coiba se debe a que fue una antigua prisión desde 1919 hasta 2004. Por ello y por disponer del arrecife de coral más extenso del Pacífico Este, es un emplazamiento mundialmente reconocido para la práctica de buceo. Las aguas cálidas y transparentes son un regalo para los sentidos, pudiendo revelar excepcionales rincones para observar un atardecer.
5. Playa Venao (Los Santos)
La Playa Venao pertenece a la Península de Azuero y al distrito de Pedasí, en la provincia de Los Santos. Es una amplia playa de arena oscura y perfil de concha. Allá donde dirijas la mirada, comprobarás que está rodeada por una densa vegetación.
Es un lugar casi de culto para surfistas de todos los niveles donde se celebran varios campeonatos al año. Pero si lo deseas también se te brindará la ocasión de realizar otros deportes, como windsurf, kayak, yoga o incluso montar a caballo.
Además es un destino dotado de bares y restaurantes para que retomes fuerzas tras agarrar tanta ola. Por la noche podrás acampar libremente, dormir en una hamaca e incluso disfrutar de un rato divertido con música en vivo y DJs.
6. Isla Perro (San Blas)
Este pequeño islote caribeño forma parte del archipiélago de San Blas, un conjunto de 365 islas que parece incitarnos a descubrir una de ellas cada día del año. San Blas se encuentra en la comarca indígena Kuna Yala o Guna Yala, la cual tiene estatus provincial y es habitada por la etnia Guna. Esta tribu aborigen se instaló aquí ante la llegada de los conquistadores y gracias a su política social ha conseguido sortear el turismo salvaje.
Si eres un amante de voleibol estás de suerte, pues los nativos son unos apasionados de este deporte y te retarán a un partido como rito de bienvenida. El alojamiento, que es provisto por estos locales, está compuesto básicamente por cabañas y chozas.
El entorno no puede ser más cautivador, una combinación de aguas turquesas, tranquilas y poco profundas que se mezclan en perfecta armonía con altas palmeras que se contonean con el suave viento. Es, sin duda, uno de esos panoramas que nos fascinan en las postales y nos ayudan a viajar a través de nuestra imaginación.
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Sé valiente y arriesga, da el primer paso para comenzar tu aventura en Panamá. Te lo advertimos, lo que vas a encontrar es más de lo que esperas.
Al pasajero se le conoce por su maleta.