Existen pocas cosas más relajantes que sentarse a la orilla del mar, sentir la brisa y la arena en tus pies. Pero la playa -y el mar- tienen muchos beneficios más, tanto para tu salud física como mental. Aquí te compartimos algunos.
1. Limpia tus pulmones
Según estudios científicos, la brisa marina -rica en sales- ayuda a mejorar la respiración y a reducir los síntomas de las personas con enfermedades pulmonares.
Esto, se debe tanto a su temperatura, como al hecho de que está cargada de ozono y oligoelementos, y a que esta brisa no tiene contaminación de gases u otras sustancias irritantes.
2. Tu piel quedará más suave y firme
Cargada de sales, el agua del mar ayuda a restaurar la barrera natural de la piel, sellándola de manera tal que mantenga su hidratación natural por más tiempo.
Además, al sumergirse al agua, el mar produce un "efecto drenante", es decir, estimula el circuito venoso y linfático, mejorando la circulación y, como consecuencia, la piel.
3. Tiene un efecto relajante
Estar cerca del mar no solo te ayuda a relajarte, sino que también te ayuda a ser más creativo. Según el biólogo Wallace J. Nichols, observar una gran masa de color azul te induce en un estado meditativo que aporta calma y paz interior.
Además, bañarse en el mar también tiene un efecto relajante: al contener magnesio, el agua del ayuda a bajar la ansiedad.
4. Es bueno para tu corazón
El agua del mar es excelente para la circulación: al nadar, la presión del agua facilita la circulación venosa de retorno. Además, según un estudio publicado por el North American Journal of Medical Sciences, el contacto superficial con el agua de mar ayuda a reducir edemas locales, espasmos musculares e incrementar los efectos anestésicos locales.
5. Fortalece tus huesos
Los oligoelementos disueltos en el agua de mar se pueden absorber a través de la piel. De hecho, según una investigación realizada por el Instituto Francés de Estudios de Recursos marinos, el calcio y el fósforo que podemos encontrar en el mar, se fija en los huesos, ayudando a su movilidad y la de las articulaciones.
Además, el hecho de visitar la playa es un buen momento para hacer más ejercicio: realizar largos y relajantes paseos pueden favorecernos más de lo que pensamos.