Freddy es una tortuga como cualquier otra, pero hasta hace pocos días estuvo luchando por su vida. Luego de un incendio forestal en Brasil, perdió el 80% de su caparazón.
Sin esa parte de su cuerpo, las tortugas quedan desprotegidas. Por eso, cuando Freddy fue rescatado, sufría neumonía. Además, había pasado cerca de 40 días con dificultades para encontrar agua y comida a causa del incendio, lo que empeoraba su situación.
Freddy hubiera muerto si no fuera por los Animal Advengers. Ellos son un grupo de activistas que se dedica a encontrar soluciones novedosas para ayudar a animales con problemas como éste.
El grupo encontró una solución: crear una prótesis 3D que fuera lo más similar posible al caparazón original, para que la tortuga pudiera continuar viviendo.
La impresión 3D, que surgió hace años como una novedad que parecía propia de una película de ciencia ficción, es hoy en día una solución real tanto para animales como para personas que necesitan una prótesis en alguna parte de su cuerpo.
Para que la prótesis fuera posible se reunió un equipo conformado por un diseñador, un cirujano y un artista plástico.
El diseñador Cicero Moraes fue el encargado de idear la base del caparazón, hecha a medida a partir de varias fotografías. Luego, el cirujano dental Paulo Miamoto imprimió las cuatro piezas que luego serían encastradas sobre Freddy. Finalmente, un artista voluntario pintó a mano el caparazón para que tuviera el mismo aspecto que el de cualquier tortuga.
Freddy se adaptó sin problemas a su nuevo caparazón y ya continúa normalmente con su vida, disfrutando de esta segunda oportunidad.
Conoce más sobre él en el siguiente video: