Ser infiel es algo a lo que muchas personas le temen cuando están en pareja; incluso, de sí mismas. Es que pensar en la idea de monogamia puede ser, para algunos, una utopía; ya que constantemente conocemos a otras personas y podemos sentir atracción o incluso amor, a veces sin necesidad de que eso perjudique la pareja.
Una persona que engaña, para convivir con su ser infiel se justifica permanentemente, lo comparta con su pareja o no. Puede creerse, incluso, "el mejor/la mejor pareja", resaltando otros aspectos de su personalidad.
Ser infiel es trabajoso
Siempre se habla de la infidelidad como una experiencia llena de adrenalina, pero la verdad es que puede resultar un tanto trabajoso inventar excusas, ocultar, manejar los propios sentimientos sin que sean visible, lidiar con problemas de un tercero, etc, etc.
Ser infiel "es adictivo"
Si alguien engañó una vez, es posible que lo haga nuevamente; más aún cuando se logra romper el miedo o el juicio hacia sí mismo.
No siempre que alguien sea infiel tiene que ver con que la relación funcione mal
La mayoría de quienes son infieles no es que están descontentos con su pareja; sino que se sienten aburridos, o inseguros, o quieren probar nuevas experiencias.
Ser infiel implica hacer una disociación
Muchos de los que son infieles dicen que su pareja y sus amantes implican dos tipos de relaciones diferentes, que una no tiene que ver con la otra, y que pueden mantenerlas, justamente, porque así lo son.
Fuentes: