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Algunos insectos pueden tener dificultades para encontrar parejas de la misma especie porque los niveles crecientes de contaminación.

Los investigadores han luchado por explicar la precipitada disminución de las poblaciones de insectos en Europa central desde la década de 1980, pero un nuevo modelo sugiere que el clima es el culpable.

La capital francesa lucha contra una plaga de chinches, a menos de un año de la celebración de los Juegos Olímpicos, París 2024 . Estos parásitos son muy difíciles de eliminar. En DW, algunas recomendaciones.

Hablamos con Rodrigo Llauradó, el emprendedor que creó la primera línea de snacks y sales saborizadas a base de grillos en Argentina.

Investigaciones científicas demuestran que el aumento de los niveles de ozono provocado por la contaminación atmosférica puede degradar las feromonas sexuales de insectos, que son señales cruciales para el apareamiento.

Cambiar filetes por grillos puede reducir la contaminación producida por los gases de efecto invernadero y frenar la extinción de especies, pero convencer a la gente de que coma insectos será difícil.

Los hallazgos de este nuevo experimento se contraponen con la antigua premisa de que los insectos son seres no sintientes. En palabras de los autores, se demuestra que son "algo más que pequeños seres robóticos".

La fracción total de hojas con daños por insectos en las muestras modernas era aproximadamente el doble de la media de cualquiera de los conjuntos fósiles.

Hugo Deans no sabía que su descubrimiento daría un giro a un siglo de conocimientos sobre las interacciones entre plantas e insectos.

"Nuestros hallazgos pueden representar solo la punta del iceberg": los insectos que mantienen el mundo en funcionamiento polinizando las plantas y sosteniendo las cadenas alimentarias se enfrentan a graves riesgos.