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Sin duda, la llegada del medio siglo es un momento clave en la vida. Los 50 son una cifra simbólica, quizás también un momento bisagra que nos obliga a repensar nuestro porvenir. Pero, ser mayores, ¿es solo una cuestión cronológica? La vejez, ¿comienza cuando los demás nos llaman “señor” o “señora”, o cuando nos ceden el asiento en el transporte público? ¿O es acaso una cuestión de salud o de actitud?
Estos, y otros interrogantes, son abordados por Diego Bernardini en su libro "La Segunda Mitad". Médico y kinesiólogo, se ha formado en geriatría, salud pública, rehabilitación y educación médica en Estados Unidos, el Reino Unido y Suiza. Se lo considera un referente regional en el cuidado y la atención de los adultos y las personas mayores. En este libro, comparte su visión y su experiencia personal con un enfoque tan preciso como cercano para el lector.
“Hoy en día, una persona que cumple 50 años tiene el 50% de probabilidades de llegar a los 95 años”, afirma Bernardini en su libro. Esto nos plantea desafíos e inquietudes que antes no existían. Por eso, hablamos de "nueva longevidad", que no es vivir más, sino mejor, diferente, plenos, partícipes e integrados. Eso depende de los hábitos, los proyectos y de la propia actitud.
Así se abre una etapa en la que nunca es tarde para diseñar el proyecto vital. Un tiempo en el que, por primera vez, la longevidad es una experiencia colectiva. Sin embargo, se la puede vivir desde la plenitud o desde la dependencia. Por eso, en su libro, Bernardini propone cinco puntos claves para transitarla de forma plena y activa. ¿Quieres conocerlos?
1. Estar “conectado”
Un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad Brigham Young (Estados Unidos) demostró que el aislamiento social real y subjetivo se asocia con un aumento del riesgo de mortalidad temprana. Por eso es clave estar en contacto con otros, socializar, poner a los vínculos en un rol primario.
2. Ser funcionalmente autónomo
Si le preguntamos a las personas mayores cuándo se han sentido viejas, la respuesta más frecuente es cuando no pudieron valerse por sí mismas. Hacer actividad física regular, que combine resistencia cardiovascular, flexibilidad y equilibrio junto con fuerza muscular, ayuda a mantenernos funcionalmente independientes.
3. Vivir en un hogar propio
Este es el deseo de la mayoría de las personas mayores. Para eso, es preciso pensar cómo adaptarlo a nuestras necesidades y recordar que tener una buena condición de salud suele ser el mayor determinante para permanecer en la propia casa.
4. Cuidar la salud
Una buena condición de salud es fundamental para vivir activo e independiente. El examen periódico suele ser un gran apoyo. Pero los hábitos también son fundamentales.
5. Independencia económica
En su libro, Bernardini cuenta que, cuando conoció al profesor Makoto Suzuki, un médico e investigador que inició los estudios sobre los centenarios en la isla de Okinawa, le explicó que el "ikigai", considerado “la razón por la cual despertar y comenzar cada día en la mañana” tiene cuatro determinantes que podrían ser explicados si pudiésemos responder a estas preguntas:
- ¿Qué es lo que amo?
- ¿En qué me considero bueno?
- ¿Qué pienso que el mundo necesita de mí?
- ¿Por qué pienso que me podrían pagar?
¡Nunca es tarde para comenzar algo nuevo! Las personas mayores son un recurso valioso.
Recuerda: el mayor secreto de los centenarios es que respetan la vida, la cuidan y la veneran. Encuentra más consejos, experiencias e información en el libro "La Segunda Mitad".
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