Las caries son la enfermedad más frecuente del mundo. Se trata de una patología infecciosa que es provocada por la desmineralización de las piezas dentales, y en la que se produce una desestructuración de los dientes, la formación de un hueco que se conoce como caries.
Seguro alguna vez escuchaste que comer azúcar las provoca, pero, ¿sabías que también pueden contagiarse al probar la comida del bebé o al recibir un beso? Aquí te contamos qué puedes hacer para prevenir contraerlas y transmitirlas.
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Los condicionantes genéticos hacen que se tenga más o menos predisposición a las caries. Pero también hay que tener en cuenta que se provocan por la acumulación de bacterias o de placa bacteriana, y las personas con higiene dental defectuosa siempre tendrán una tendencia a padecer caries.
Las bacterias que causan las caries se pueden contagiar por enfermedades como la amigdalitis (que comúnmente llamamos inflamación de las anginas o amígdalas), o cualquier otra provocada por virus. Es algo que ocurre con más frecuencia de lo que imaginas.
Con el beso se pueden transmitir las bacterias que favorecen la aparición de caries, como el Streptococcus mutans. La principal fuente de la que los bebés adquieren este microbio cariogénico son sus padres, a través del contacto boca a boca.
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Una forma de prevenir el contagio de caries es adoptar ciertas medidas de higiene en tu día a día:
1. Cepíllate los dientes, como mínimo dos veces al día. La hora de acostarse es un momento importante para el cepillado.
2. Cepíllate los dientes de arriba hacia abajo y describiendo movimientos circulares, cubriendo todas las superficies.
3. No te olvides cepillar también las encías con suavidad, para mantenerlas sanas.
4. Utiliza hilo o seda dental al menos una vez al día, para eliminar la placa y la comida que queda atrapada entre los dientes.
5. Limita el consumo de dulces y de bebidas azucaradas.
6. Visita al dentista con regularidad, al menos una vez por año, aunque él o ella te indicarán si es necesario que lo hagas más seguido.
Si tienes en cuenta estas medidas y las practicas a diario, no sólo podrás prevenir la aparición de caries sino también la pérdida de dientes, el dolor en las encías y otros problemas en tu boca o en tus dientes en el futuro. Además, mantendrás un aliento agradable y una bella sonrisa.
Los besos y la inmunoterapia transversal
Sin embargo, no todo es negativo. Un beso apasionado, según investigaciones científicas, aporta valiosos beneficios para la salud. En una boca saludable, la saliva contiene sustancias que combaten las bacterias, virus y hongos. El beso aumenta el flujo de la saliva, que ayuda a mantener la boca, dientes y encías saludables.
Alrededor del 80% de las bacterias presentes en la saliva son comunes a todo el mundo y el 20% son exclusivas de cada persona. El intercambio de saliva en el beso estimula el sistema inmunológico a crear anticuerpos frente a los “extranjeros” de bacterias, un proceso denominado inmunoterapia transversal que ayuda a combatir la infección.
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