La mujer siempre está más expuesta emocionalmente, sobre todo después de tener a su primer hijo. Los cambios no son solo físicos como muchos pueden llegar a pensar, el estado de ánimo puede decaer considerablemente hasta provocar depresión. Cuando esto ocurre, puede haber ansiedad, tristeza, ganas de llorar, etc. Existen casos que son más graves y a esta condición se le llama depresión post-parto. Conoce todo sobre esta enfermedad.
¿Qué es la depresión post-parto?
Se conoce como depresión post-parto a un tipo de depresión que ocurre en mujeres días posteriores al parto. Es una condición que puede llegar a durar un año o más y de no tratarse a tiempo puede volverse grave e incluso peligrosa. Este tipo de depresión no se trata solo de cambios de humor o una fatiga, por lo que requiere de una visita al médico.
Esta condición es muy común en las madres primerizas, ya que es la primera vez que su cuerpo pasa por tantos cambios. Es muy importante tratar la depresión post parto lo más pronto posible, ya que podría convertirse en psicosis post-parto que puede ser aún más peligrosa.
¿Cuáles son las principales causas de la depresión post-parto?
La verdad es que no hay ninguna evidencia específica acerca de las causas de la depresión post-parto. Sin embargo, tanto la parte física como la emocional contribuyen mucho en la aparición de esta condición.
Parte física: cuando una mujer da a luz se producen diversos cambios físicos, entre estos una disminución significativa de la progesterona y el estrógeno. Esta reducción en los niveles hormonales puede provocar que esta condición aparezca. Asimismo, la producción de otras hormonas también se ve reducida, lo que trae como consecuencia la aparición de otros síntomas. La fatiga, las ganas de no hacer nada y por supuesto y la depresión, forma parte de la reducción en la producción de estas hormonas.
Parte emocional: cuando el cuerpo se encuentra agotado, la mente no funciona correctamente, por lo que las cosas más mínimas pueden convertirse en verdaderos problemas. En este caso surgen otros inconvenientes como la ansiedad, especialmente con el cuidado del bebé. También puede contribuir el hecho de no sentirse bien con su cuerpo, temor por creer las cosas no van a salir bien, etc.
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¿Cuáles son los síntomas de la depresión post-parto?
En ocasiones, esta condición se confunde con una depresión común. No obstante, sus síntomas suelen ser más graves, su tiempo es más prolongado y provoca que la madre no pueda cuidar a su pequeño. Incluso tareas sencillas que normalmente se hacen sin ninguna dificultad, se vuelven bastante complejas. La mayoría de los síntomas aparecen durante los días posteriores al parto. Los síntomas de la depresión post-parto son los siguientes:
- Depresión y cambios bruscos en el estado de ánimo.
- Complicaciones para establecer un vínculo con el recién nacido.
- Llanto prolongado durante todo el día.
- Deseos de alejar de familiares y de cualquier persona cercana.
- En algunos casos provoca insomnio y en otros es todo lo contrario, es decir, dormir muchas horas.
- Disminución drástica del apetito o ganas excesivas de comer.
- Cansancio y disminución drástica de energía.
- Irritación por cualquier cosa.
- Desanimo.
- Temor de saber si puede ser o no una madre competente.
- Graves casos de ansiedad.
- Pérdida o poco interés de las actividades diarias.
- Intranquilidad.
- Vergüenza, sentimiento de culpa o ineptitud.
- Poca capacidad de concentración.
- Los pensamientos no son claros, sobre todo al momento de tomar cualquier tipo de decisión.
- Fuertes ataques de pánico.
- Pensamientos suicidas.
- Deseos de hacerse daño a sí misma o al recién nacido.
Principales factores de riesgo en la depresión post-parto
El riesgo de padecer esta condición puede incrementarse debido a ciertas situaciones. Los factores de riesgo en la depresión post-parto, son los siguientes:
- La madre padece de trastorno de bipolaridad.
- Existen antecedentes de una condición depresiva durante el periodo de gestación.
- Estrés causado por situaciones relacionadas con el embarazo o fuera de este.
- Durante el embarazo anterior también se diagnosticó depresión post-parto.
- Si existen antecedentes familiares de depresión o algún otro problema que afecta el estado de ánimo.
- Si el recién nacido presenta alguna enfermedad.
- Si existe algún inconveniente al momento de amamantar.
- Si ahora o en el embarazo anterior hubo un parto múltiple.
- Cuando no cuentas con un sistema de apoyo adecuado.
- Cuando existen problemas a nivel económico.
- Si los padres tienen problemas con la relación.
- Cuando el embarazo no es deseado, es decir, no estaba planificado.
¿Cuándo es el momento de acudir al médico?
Desde el momento en que culminan las labores de parto, la madre requiere de diversos cuidados para garantizar su salud y la del bebé. Por esta razón, es importante que la pareja y los familiares estén atentos en caso de que se presenten algún síntoma relacionado con esta condición. En esta situación, se debe acudir al médico en caso de presentar las siguientes señales:
- La depresión permanece luego de varias semanas.
- Los síntomas se mantienen e incluso tienden a agravarse.
- Imposibilidad de cuidar adecuadamente al recién nacido.
- Imposibilidad para llevar a cabo tareas sencillas.
- Aparición de pensamientos suicidas.
Si este último síntoma aparece, la madre debe ser llevada lo más pronto posible a un especialista, ya que podría hacerse daño a sí misma. O peor aún, provocarle alguna lesión leve o importante al bebé. Cuando se trata de una madre primeriza, el apoyo de la pareja y la familia es esencial para evitar que se desarrolle la depresión post-parto.
¿Cómo se puede tratar la depresión post-parto?
El tratamiento para esta condición depende de la gravedad de los síntomas en la madre. En algunas situaciones la prevención es el mejor tratamiento, sin embargo, la mayoría del tiempo se requiere de medicación para controlar esta condición.
Como tratamiento, lo más recomendable es lo siguiente:
- Contar con el apoyo de la pareja, los miembros de la familia e incluso, de amigos cercanos. Especialmente para ayudar con las tareas del hogar y con el cuidado del bebé.
- Hablar libremente de lo que siente en todo momento.
- No es recomendable realizar cambios drásticos a nivel personal durante la gestación o días después de dar a luz.
- Dejar que las cosas fluyan es lo mejor, ya que hacer más de lo que puede desarrollará esta condición.
- Pasar tiempo de calidad con la pareja es muy importante, especialmente luego de dar a luz.
- Dormir es fundamental, ya que el agotamiento físico y mental puede llevar trastornos depresivos.
- Formar parte de algún grupo de apoyo, mantener conversaciones con otras madres puede ser de gran ayuda en estos casos.
Por lo general, ante esta condición los especialistas recetan una serie de medicamentos para mantener la salud de la madre bajo control. Se deben tomar en cuenta los periodos de lactancia, ya que de estos dependerán los tipos fármacos a suministrar.
Según el grado de depresión, se recomienda la terapia conductual cognitiva, también conocida como TCC. Otra de las psicoterapias es la terapia interpersonal.
¿Qué pasa si no se trata la depresión post parto?
De no tratarse a tiempo, la depresión post-parto puede presentar serias complicaciones que pueden dañar a la madre y al bebé. Aparte, puede generar serios problemas en la relación de pareja y también con la familia.
Con el pasar del tiempo la enfermedad podría tornarse crónica y aun con tratamiento podría ser muy difícil de curar. Los hombres también sufren las consecuencias de este tipo de depresión, debido a que suelen sucumbir ante la presión.
Esta condición no es fácil de sobrellevar, por lo que necesita de mucha paciencia y amor. Esto por parte de la pareja y todo el círculo familiar, las mujeres deben pasar por muchos cambios físicos y hormonales. Lo que significa, que estará muy sensible la mayor parte del tiempo, así que la comprensión no debe faltar en ningún momento.
Traer un niño al mundo a veces no es tan sencillo como muchos pueden llegar a creer. Se trata de un proceso complicado en el que la madre y el bebé requieren de muchos cuidados. No solo durante el tiempo del embarazo, sino también después del parto.
Fuentes: