El brote de COVID-19 que se ha esparcido por el mundo entero, nos ha obligado prestar atención a actividades y acciones que realizábamos antes sin detenernos a pensar en ellas. Debido a los numerosos contactos, la mayor parte de los países se han visto obligados a declarar cuarentenas.
Así mismo, se han realizado campañas informativas para darles a conocer a las personas las medidas que deben tomar para disminuir las posibilidades de contagio. Algunas de las más necesarias son:
- Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, varias veces durante el día
- Usar alcohol gel en caso de no poder lavarse las manos con agua y jabón
- Evitar tocarse la cara
- Mantener al menos un metro de distancia con las personas
- Cubrirse con el pliegue del codo al toser o estornudar
También es importante desinfectar todo correctamente, ya que se ha comprobado que el COVID-19 puede permanecer en las superficies por bastante tiempo. Por ejemplo, este virus puede permanecer activo en la ropa de uno a dos días, al igual que en la madera o en el vidrio; también puede sobrevivir en el plástico y billetes hasta por cuatro días. Pero uno de los datos más preocupantes arroja que puede permanecer en las suelas de nuestros zapatos hasta por cinco días.
El COVID-19 en los zapatos
Los zapatos que usamos están hechos de tela, cuero, plástico, gomas; todos estos materiales son sensibles a contener el virus. Si salimos del aislamiento para realizar compras o realizar alguna actividad que no se puede postergar, sin duda que usaremos zapatos. El calzado está en constante contacto con el suelo en supermercados, hospitales, calles, farmacias y cualquier lugar que visitemos.
El COVID-19, al salir del organismo en microgotas de saliva, tiende a caer a poco más de un metro de distancia del punto de origen. El virus no desaparece, sino que cae al suelo. Esto provoca que nuestros zapatos sean un factor de contagio probable.
Es posible recoger el virus al caminar o que el virus caiga en la parte superior de los zapatos. En todo caso, estaríamos abriéndole la puerta a este virus al usar los zapatos dentro de la casa, el lugar que sentimos más seguro
No es difícil de imaginar que una vez que el virus ingresa en la casa, el contagio es bastante probable.
¿Cómo evitar que el virus ingrese a casa a través de los zapatos?
Entendiendo que esta es otra medida importante que debemos tomar para mantenernos a nosotros y a nuestras familias sanas, es necesario que tengamos en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Elegir un solo par de zapatos para salir de casa, de esta manera es más fácil manejar logística de cuidados.
- Al regresar a casa, detenerse en la entrada y quitarse los zapatos. Existen diferentes decisiones que se pueden tomar: dejarlos en la parte externa del hogar, colocarlos en una zona asegurada en la entrada, tomarlos y colocarlos en un lugar alejado del espacio residencial como el balcón. Lo importante es no caminar dentro de la casa con estos zapatos.
Ninguna medida es demasiado para cuidar nuestra vida y la de nuestros seres queridos.