Aparte de ser molesta y a veces bochornosa, la grasa abdominal representa también un gran peligro. Este tipo de grasa se encuentra alrededor de nuestros órganos, llegando a provocar enfermedades cardíacas, diabetes, entre otros problemas de salud.
Olvidar los probióticos
La flora intestinal es importante para nuestro peso. Los probióticos son beneficiosos para mantener las bacterias buenas en equilibrio, y el yogur natural lo contiene. Los estudios demuestran que el desbalance de cualquier tipo de bacteria produce obesidad.
La impulsividad
La mejor manera de dejar atrás la forma tan espontánea en la que comes es planificando tu dieta.
Es muy usual que tengamos varios tipos de alimentos dañinos guardados en nuestra nevera y optemos por ellos, pero planificar un régimen alimenticio te hace más responsable a la vez que evitas enfermedades.
Frituras
Es cierto que al verlas no podemos siempre podemos resistir la tentación, pero unos segundos en tu boca se traducen a casi toda una vida en tu abdomen.
Esto es porque los alimentos al convertirse en fritura, también se transforman en grasas trans, el peor tipo de grasa no solo por su nivel de daño sino por su persistencia en nuestro organismo.
Emociones y comida
La emoción más usual que nos hace transformar lo que sentimos en comida es la ansiedad, por eso a veces te encuentras en medio de la noche comiéndote un trozo de pastel o una rebanada de pizza.
Para evitar esto, podrías transformar tus sentimientos en otras actividades, como en deportes, por ejemplo.
Prescindir de los vegetales
Es más que importante que en tus comidas estén presentes los vegetales, puede ser la mitad del plato o un cuarto de él, no solo por el típico “proteínas, vitaminas y minerales”, sino también porque los vegetales sacian más rápido y evitan el exceso innecesario de otros alimentos dañinos luego de cada comida.
Tomar refrescos
Ni siquiera pienses en la soda de dieta. A pesar de no contener calorías, igual contiene más de la cantidad recomendada de azúcar.
Peor son los refrescos tradicionales, que la multiplican. Si dejas una botella de soda y la reemplazas por una de agua, los resultados serán notorios en poco tiempo.
Sedentarismo
No pienses que salir de la cama para luego estar sentado todo el día es algo bueno, de hecho, el estar sentado todo el día hace más difícil la pérdida de peso. La enzima que se encarga de quemar la grasa se hace menos activa con el tiempo que pasas sentado frente a un escritorio.
Saltarse las comidas
Ya sea por el exceso de trabajo o reuniones, lo olvidas y es peligroso. O aun peor, porque crees que es la mejor manera de perder peso. No importa la razón, saltarse una comida es dañino.
Saltarse las comidas genera un desequilibrio en tu metabolismo y quemarás menos grasa, por no decir que la mayoría de ella seguirá allí por más tiempo del que imaginas no importa si te ejercitas intensivamente.
El café
Lo tomas al despertar, tal vez en la tarde y, tal vez peor aún antes de dormir. El consumo excesivo de cafeína genera la privación del sueño, y si no duermes lo suficiente, la perdida de grasa será casi imposible.
El dormir menos de 7 horas altera el metabolismo y no rendirás lo suficiente para los días siguientes.
Falta de ejercicio
El ejercicio, como ya sabemos es más que un beneficio, es vital, y el practicarlo tiene es de gran importancia.
Lo más recomendable es que dejes de prometer que irá al gimnasio y empezar a hacerlos en tu casa o en un parque, puede que con el tiempo le tomes el gusto y decidas dar el paso al gimnasio.
Sentimientos fuera de control
El no ver un resultado rápido en los esfuerzos por adelgazar resulta frustrante, y estas emociones te llevan a un círculo vicioso del que no es posible salir fácilmente, llevándote tal vez a consumir más alimentos debido a la rabia.
Si no ves resultados eficientes, la mejor opción será que visites a un especialista.
La necesidad por los dulces
La aparente necesidad de tener dulces siempre a la mano parece nunca desaparecer. No es recomendable que te “consientas” luego de cada ejercicio.
Como ves, las razones por las que algunos hallan imposible la pérdida de grasa abdominal están siempre fuertemente atadas a las costumbres diarias de cada uno.
Si quieres avanzar, lo mejor será comer frutas cuando te sientas con hambre, optar por alimentos pequeños pero saludables, planificar una dieta y hacer mucho ejercicio.
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