Algunos componentes presentes en distintos productos de maquillaje o higiene personal pueden contener componentes dañinos para la salud. Es necesario aprender a reconocerlos y leer las etiquetas, para mantenerse lo más lejos posible de ellos.
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Aunque parezca inofensivo, el maquillaje, por algunos de sus componentes, puede ser tóxico no solo para el ambiente, sino también para quien lo utiliza.
De acuerdo a Greenpeace, algunas de estas sustancias son preocupantes porque provocan serios problemas de salud o porque se bioacumulan y son muy difíciles de eliminar.
Según esta misma ONG, se estima que cada día, una mujer puede consumir una media diaria de 12 productos cosméticos con 160 ingredientes distintos. En caso de los hombres, la mitad de productos.
Los más tóxicos
Resulta importante conocer cuáles son los ingredientes tóxicos para evitarlos:
Triclosán
Este es un potente antibacteriano y fungicida. Suele ser un sólido incoloro con un ligero olor a fenol. En caso de ser ingerido, puede llegar a causar enfermedades graves e incluso la muerte, dependiendo la cantidad de la misma que entre a la boca.
Un estudio publicado en 2010 por científicos del Institut Català de Recerca de l'Aigua (ICRA), advierte sobre los posibles efectos tóxicos del triclosán y su persistencia en los sistemas fluviales, ya que el proceso de depuración de las plantas de tratamiento no puede eliminarlo. De acuerdo a los expertos, el triclosán inhibe la fotosíntesis.
Formaldehido
También llamado metanal es un compuesto químico, específicamente un aldehído (el más simple de ellos) altamente volátil y muy inflamable. De este componente, se encuentran concentraciones importantes en el humo de tabaco.
Se utiliza como conservante en: champús, cremas para baño y sales iódicas. Se está utilizando también en los alisados permanentes, pero su uso en estos productos se ha prohibido ya en algunos países debido al alto riesgo para la salud de quien trabaja con ellos habitualmente.
Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer en sus últimos informes lo ha clasificado en el grupo 1, es decir, Carcinógeno confirmado para humanos (cáncer nasofaríngeo).
Lauril sulfato de sodio
es un agente formador de espuma. Se puede identificar por las siglas SLES, SLS y ALS. Son usados en productos cosméticos por sus propiedades limpiantes y emulsificantes. Sus efectos de irritación se incrementan al aumentar la concentración.
Parabenos
Se utilizan principalmente por sus propiedades bactericidas y fungicidas. Pueden ser encontrados en: champús, cremas hidratantes, geles para el afeitado, lubricantes sexuales, medicamentos tópicos y parenterales, autobronceadores y dentífricos.
En algunas personas, su uso les puede ocasionar irritación de la piel, dermatitis de contacto y rosácea.
Polietilenglicol
También identificado como PEG. Generalmente se utiliza en productos en crema, se sospecha que el contacto permanente con este producto puede dañar el sistema nervioso.
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Butilhidroxianisol
Identificado como BHA por sus siglas en inglés. Se utiliza generalmente como un antioxidante sintético.
Los Institutos Nacionales de Salud consideran que el BHA “es anticipadamente razonable que sea un carcinógeno humano”.
Siloxano
Se utiliza generalmente para ablandar los cosméticos. De acuerdo a algunas investigaciones, se presume que pueda afectar el hígado.
P-fenilendiamina
Se encuentra generalmente en tintes permanentes, de acuerdo a algunas investigaciones, puede causar cáncer.
Dietanolamina
Este compuesto se utiliza en disolventes, emulsionantes y aplicaciones detergentes. Se utiliza comúnmente cosméticos y champús, que se utilizan para crear una textura cremosa y a la vez espumante.
Su combustión puede producir monóxido de carbono, dióxido de carbono y óxido del nitrógeno. Además, su contacto con la piel puede producir irritación además de impedir el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Ftalato de dibutilo
También es conocido como DBP (Dibutilftalato). Generalmente es usado en la industria como plastificante.
El uso de esta sustancia en productos cosméticos, incluyendo esmaltes de uñas, está prohibida en la Unión Europea desde 1976.
El DBP se añadió a la "Proposición 65 de California" en la "Lista de teratógenos sospechosos", en noviembre de 2006. Se sospecha que sea un disruptor endocrino.
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Fuentes: