Ya que la vida se ha vuelto más compleja y nuestras emociones más intensas, es más frecuente que las relaciones se compliquen. No obstante, la opción de ser proactivos ante el problema siempre está ahí. Para toda relación se requiere al menos dos, pregúntate ¿cómo estoy contribuyendo con el problema?
En esta entrega te traigo tres características que te ayudarán a mejorar la comunicación en cualquier tipo de relación, sobre todo con las personas conflictivas. Éstas te servirán para identificar de dónde puede estar la solución. Y recuerda que de lo único que tienes el control y el poder para cambiar es a tu propio ser.
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1. Si no te escuchan, tu escucha
Las conversaciones requieren de fluidez para que puedan llegar a un objetivo y esto está en manos de todos los involucrados. Muchas veces al hablar con personas conflictivas no somos escuchados y esto además de causar frustración hace que la conversación sea en círculos.
Por ende, si al menos uno de los que conversa está escuchando, podrán llegar más lejos que si están todos púnicamente reaccionando. Escuchar no es quedarse callado mientras la otra persona habla y ponerse a pensar ‘¿Cómo responderé a esto? Escuchar consiste en prestar atención a lo que la otra persona me está diciendo y generar empatía acerca de su perspectiva.
2. Sé tolerante y reduce tus expectativas
Al hablar con personas complicada, hay muchas interrupciones. Por lo que es importante recordar que si eres tolerante es más probable que la persona te escuche, ya que se sintió escuchada. Si bien no es garantía, ayudará a que esta interacción no sea tan desgastante.
En la misma línea, se deben reducir las expectativas. Si vamos a conversar con alguien que ‘tiene fama de complicado/a’, es mejor ir preparados. Emocional, mental y socialmente. El aspecto emocional lo trataremos en el siguiente punto. El aspecto mental se lo maneja a través de una argumentación sencilla. Como pudiste ver en el artículo anterior estas personas tienden a sentirse atacadas, por ende si tus argumentos son directos y concretos será menos probable que se tergiversen tus intensiones.
Y prepararte socialmente se refiere a anticipar si requerirás la compañía de alguien más, esta es una buena estrategia al tener que hablar con el jefe, por ejemplo. Ya que el mensaje puede ser mejor recibido si tiene más de una perspectiva.
3. Identifica tus emociones
La comunicación tiene varios componentes, entre esos está el lenguaje no verbal. Saber cómo nuestras emociones influyen en nuestra gestualidad nos ayudará a generar un mensaje congruente y consistente.
Este tipo de interacciones suele causar una alta intensidad emocional. Aprender a identificar tus emociones y regularlas te ayudará a que puedas generar mejores resultados poco a poco. Este aspecto se denomina Coeficiente Emocional.
Si tu logras mantener reguladas tus emociones, es menos probable que las emociones de la otra persona continúen escalando o incrementando su intensidad. Lo que ayudará a que el diálogo pueda fluir mejor. Recuerda que sólo puedes controlar a tu propio ser.
Para saber cómo identificar a una persona complicada te recomiendo leer mi artículo 3 formas de identificar a una persona conflictiva.