Algunas personas presentan síntomas de cáncer de pulmón en etapas tempranas, aunque la mayoría de los cánceres de pulmón no dan ningún aviso sino hasta que se han propagado demasiado. Cuando se detecta tempranamente, suele ser como resultado de las pruebas realizadas para estudiar otras afecciones médicas como enfermedades cardíacas, neumonía, etc. Por eso, estar informado sobre los síntomas de cáncer de pulmón que aparecen más temprano puede significar la diferencia entre iniciar o no un tratamiento a tiempo.
Qué es el cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón se origina cuando las células del pulmón se convierten en células anormales y comienzan a crecer en forma descontrolada. A medida que se desarrollan más células cancerosas, estas pueden conformar un tumor y extenderse a otras áreas del cuerpo. Los dos tipos principales de cáncer de pulmón son:
- Cáncer de pulmón microcítico: también llamado cáncer de pulmón de células pequeñas o cáncer de células en avena. Alrededor del 10% al 15% de los cánceres de pulmón son cánceres de pulmón microcítico.
- Cáncer de pulmón no microcítico (o cáncer de pulmón de células no pequeñas): representa del 80% al 85% de cánceres de pulmón. Los tres tipos principales de cáncer de pulmón no microcíticos son adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas y carcinoma de células grandes.
Síntomas del cáncer de pulmon más comunes
Es frecuente que los síntomas que aparecen se deban a una causa distinta al cáncer, sin embargo, ante su aparición es importante consultar con el médico y realizarse los chequeos necesarios. Los síntomas más comunes del cáncer microcítico de pulmón son:
- Una tos que no desaparece o que empeora
- Tos con sangre o flema color óxido
- Dolor en el pecho que empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe
- Pérdida de peso y de apetito
- Dificultad para respirar
- Cansancio o debilidad
- Infecciones crónicas como bronquitis y neumonía
- Silbido de pecho
Cuando el cáncer de pulmón microcítico ya se ha propagado puede causar:
- Dolor en los huesos, espalda o caderas
- Alteraciones del sistema nervioso (dolor de cabeza, debilidad o adormecimiento de un brazo o una pierna, mareos, problemas con el equilibrio o convulsiones) a causa de la propagación del cáncer al cerebro
- Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) a causa de la propagación del cáncer al hígado
- Protuberancias cerca de la superficie del cuerpo, debido a la propagación del cáncer hacia la piel o hacia los ganglios linfáticos (acumulación de células del sistema inmunológico), como los que se presentan en el cuello o sobre la clavícula.
Debido a que el cáncer puede avanzar rápidamente y comprometer varios órganos del cuerpo es fundamental recurrir al médico inmediatamente si se cree tener algún síntoma de cáncer de pulmón, o de otra enfermedad. Los chequeos preventivos también deben ser regulares y deben estar acompañados por una alimentación saludable.
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