Uno de los problemas ecológicos más grandes que tiene el planeta es el tratamiento de desechos. Millones de toneladas de basura son desechadas generando problemas tanto en el aire como en la salud de las personas. Sin duda es una situación que viene trayendo distintas repercusiones a nivel mundial, pero ¿qué pasaría si se pudiesen tratar todos los residuos para aprovechar el gas que emiten?
La realidad es que un 40 % de nuestra basura es orgánica y son muchas las formas en que podría reutilizarse para generar un beneficio en el medioambiente. Siendo conscientes de esto, en Israel,Oshik Efrati junto con Erez Lanzer y Yair Teller crearon la compañía Home Biogas y se dedicaron a buscar una solución viable para el problema de los desechos. Fue a través de esa búsqueda que crearon un increíble invento que podría cambiar el destino de nuestra basura: el Teva-Gas.
Este es un sistema de biogás doméstico que permite tratar los desechos orgánicos: se colocan dentro de la máquina y a través de un proceso natural, se produce el gas que uno puede usar para cocinar, calefaccionar e iluminar su propio hogar sin la necesidad de utilizar electricidad. Dependiendo de la cantidad de alimentos o desechos de animales que se coloquen, hasta se puede calcular cuánto durará el gas que produzca.
El biogás se produce mediante el proceso de fermentación de la materia orgánica en ausencia de aire, lo cual hace que el funcionamiento del Teva-gas sea bastante simple. Primero, se colocan todos los desechos de comidas en su interior, con un poco de agua y una trituradora manual que se encarga de minimizarlos al máximo. Luego, se debe mover la manija del Teva-gas.
Solo queda esperar que las bacterias hagan su trabajo. Las mismas descomponen los desechos y producen un gas que se recolecta en un tanque. El sistema genera presión propiay a través de una manguera es posible enviarlo directamente hacia la cocina o hacia el baño.
Además produce fertilizante líquido que, al igual que el compost, sirve como abono para plantar cualquier tipo de alimento en la tierra.
Y lo mejor de todo es que el dispositivo puede ser utilizado en varios países en vías de desarrollo, ya que no requiere muchos gastos para lograr muchísimos beneficios. Los consumidores podrían desarrollar su propio ciclo cerrado de energía en sus propios hogares, ahorrando dinero y evitando contaminar el medio ambiente.
¿Quién diría que podriamos iluminar nuestro hogar o hacer funcionar nuestra cocina con basura?