*Por Gonzalo Arzuaga
El Bitcoin fue la primera moneda digital que logró aceptación masiva, aunque 10 años después de su invención, no lo usa ni siquiera el 1% de la población mundial. Resolvió en la práctica una limitación que parecía imposible en el dinero digital: evitar el doble gasto. Se conoce así al problema de evitar que copie un mismo "billete digital" como si fuera un archivo pdf y mandar el mismo dinero a muchas personas.
Así como en 1996 solo el 1% de la población mundial tenía email y acceso a Internet, y una década después no había empresa que pudiera trabajar sin Internet, la adopción masiva de las criptomonedas es inminente.
Quizá tome 5 años más, o mucho menos, pero que tu padre, tu nieto, tu vecina, y tu compañero de trabajo usen al menos de estas monedas en su vida cotidiana, será tan natural como hoy es tener un teléfono móvil. El motivo es que los comercios y las empresas lo aceptarán como forma de pago, y serán muy evidente las ventajas que tiene por sobre el dinero "tradicional", papel guardado en un banco. Si aún no te queda claro porqué, a continuación encontrarás todas las explicaciones que necesitas.
1. Al fin, el dinero puede ser digital
Quienes hoy tienen 15 años o menos, no conocen un mundo sin Internet, WhatsApp, YouTube, Netflix, Instagram y Facebook. Es decir, no conocen un mundo donde lo virtual, lo digital, no era el centro de la vida. Pero a la hora de pagar, enviar o recibir dinero, esa nueva generación tiene que seguir dependiendo de los arcaicos billetes, o en su defecto, una representación digital vía homebanking.
Aunque pensándolo bien, en la mayoría de los países de latinoamérica, los menores de 18 años ni siquiera pueden tener acceso una cuenta bancaria a su nombre, porque no son considerados lo suficientemente maduros para administrar su propio dinero.
Si vamos un poco más allá, descubriremos que las criptomonedas lograron que, por primera vez en la historia de la humanidad, los objetos (una casa, un auto/carro, una heladera/nevera, etc) puedan tener una billetera digital y así enviar, recibir y guardar dinero. Quien hoy descubre por primera vez las criptomonedas pensará que estamos hablando de ciencia ficción. Pero para quien tiene un smartphone puede bajar una app que es una billetera digital y empezar así a enviar y recibir criptomonedas. No hace falta pagar mantenimiento de cuenta mensual en un banco o pedir autorización para enviar una transferencia bancaria de su dinero.
2. Las criptomonedas no son controladas ni emitidas por los gobiernos ni los bancos
Hoy existen más de 1.600 criptomonedas, siendo Bitcoin y Ethereum las más conocidas. Estas monedas digitales no son emitidas por gobiernos, ni administradas por bancos. Son totalmente descentralizadas, por eso también se las conoce como "el dinero de la gente".
¿Porqué hay tantas? Porque se pueden utilizar para pagar por servicios específicos para lo cual fueron diseñadas. No hace falta que se acepte en cualquier negocio para pagar lo que queremos comprar. Las criptomonedas pueden servir para utilizar en una plataforma. Imaginemos una FacebookCoin con la que la red social nos premia por cada post que hacemos, por cada like que damos. Ya existe una empresa que hace exactamente eso, una red social llamada SteemIt, que obviamente tiene su propia criptomoneda para premiar a sus usuarios. Su moneda se llama STEEM y podes ver la evolución de su precio en www.coinmarketcap.com.
3. Es la manera más fácil, más económica y más segura de transferir dinero
Solo como referencia, transferir dinero hoy en el mundo bancario tradicional puede tomar días, asumiendo que el país al que enviamos ese dinero no es día no laborable. Imaginemos querer transferir 100 millones de dólares, con el riesgo y nervios que eso conlleva, y costar quizá hasta 100.000 dólares de comisiones y costos bancarios.
Usando criptomonedas, Ethereum específicamente en este caso, la empresa Bitfinex transfirió 102 millones de dólares desde una billetera a otra. Le tomó 17 segundos y pagó 48 centavos por el costo de procesamiento.
El mundo está cambiando ante nuestros ojos y es hora de abrirlos bien grande.
Claramente, el futuro del dinero es digital.
Sobre el autor:
Gonzalo Arzuaga es autor del libro "Criptomonedas" y Fund Manager en Terrifico Capital.