En las últimas décadas, la necesidad de desarrollar sistemas de energía que sean limpios, sustentables y libres de emisiones de carbono se ha vuelto cada vez más urgente. Si bien la energía eólica y solar ha representado avances importantes, algunos expertos consideran que existen otras alternativas.
Entre ellas destaca la fusión nuclear, un proceso químico que permitiría acceder a una fuente casi ilimitada de energía eficiente que no emite ningún gas de efecto invernadero como residuo de su funcionamiento.
Aunque suena bien, perfeccionarla e integrarla a la sociedad ha resultado ser un reto importante. De hecho, hasta hace pocos años, la aplicación de la fusión nuclear como fuente de energía parecía algo salido de un libro de ciencia ficción, pero avances recientes han mejorado su viabilidad de cara al futuro.
Actualmente, tanto gobiernos como empresas privadas estudian la fusión nuclear como el futuro de la energía limpia y renovable para la humanidad.
¿Qué es la fusión nuclear?
La fusión nuclear es el proceso químico que alimenta a nuestro Sol. En términos técnicos, es el proceso por el cual varios núcleos de átomos diferentes que tienen una carga eléctrica similar se unen y forman un núcleo más pesado. El proceso resulta en la generación de cantidades enormes de energía y luz que pueden ser aprovechadas en procesos humanos.
No hay que confundirla con la fisión nuclear, una reacción diferente que es lamentablemente aplicada en la creación de bombas nucleares. La fusión nuclear es crucial para el funcionamiento del Sol, que genera su energía mediante la fusión nuclear de hidrógeno.
En su centro, el Sol fusiona 620 millones de toneladas métricas de hidrógeno cada segundo. La idea de la fusión nuclear como medio para crear energía limpia es una forma de replicar el funcionamiento del Sol a una escala menor.
[También podría interesarte: Reino Unido cubrirá un área equivalente a 22.000 campos de fútbol con paneles solares]
Por eso, algunos creen que aplicar la fusión nuclear es como "construir el Sol en una caja". Pero, ¿por qué es tan codiciada? Pues porque tiene el potencial de generar energía baja en emisiones de efecto invernadero, con cantidades mucho más pequeñas de desechos que otras fuentes. Por último, también está libre de peligro de explosiones.
Para hacer que la fusión se convierta en una fuente viable de energía, 35 países han enfocado sus esfuerzos en una alianza internacional llamada Iter. El proyecto supone la construcción de un enorme reactor de prueba en el sur de Francia.
El plan es contar con el primer plasma generado en 2025. Se trata de un gas calentado a temperaturas muy altas, y el principio activo detrás de la fusión. Sin embargo, este objetivo se perfila como extremadamente difícil, ya que su desarrollo implica una experticia muy específica, y una inversión extremadamente alta.
¿Por qué no ha funcionado hasta ahora y cuándo podrá aplicarse?
A pesar del plan de Iter de generar plasma para 2025, muchos creen que el reactor de prueba del sur de Francia podría no comenzar a estar plenamente en funcionamiento sino hasta después del 2050. La complejidad de la tecnología necesaria para hacer funcionar el reactor está llevando al límite los conocimientos de las mentes más brillantes del mundo.
Aun así, algunos expertos como el profesor Ian Chapman, director ejecutivo de la Autoridad de Energía Atómica de Reino Unido, creen que el proyecto de Iter es posible, y que con el tiempo empezarán a llegar los resultados. La escala de la tecnología es el mayor reto a superar.
[También podría interesarte: Hábitos para reducir la huella hídrica y preservar los recursos del planeta]
A pesar de las dificultades y las críticas, los defensores de la fusión nuclear lo ven como una fuente de energía limpia y prácticamente ilimitada que podría impulsar el futuro de la humanidad.
La fusión ofrece un suministro potencialmente inagotable de energía libre de carbono, pero no ha sido viable porque actualmente los generadores nucleares del mundo requieren de más energía de la que generan.
Fuente: