Este baño, a primera vista, parece similar a cualquier otro. Sin embargo, tiene algo muy distinto a los convencionales.
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Si miras bien un retrete tradicional, podrás ver en el fondo agua. Sí, en las ciudades en el baño usamos una gran cantidad de agua potable para eliminar nuestros desechos y eso conlleva un despilfarro enorme de este recurso que no es para nada ilimitado. Piensa que, por cada descarga, usamos alrededor de 12 litros de agua que se contamina y debe ser tratada en una planta especial. Además, antes de llegar a tu retrete ese agua ya fue extraída de la naturaleza, depurada, potabilizada y transportada hasta allí. Por eso, junto con el agua también se derrocha energía y otros recursos.
Este diseño que ves aquí, por el contrario, es un retrete que no usa agua. Fue creado por dos estudiantes de diseño industrial de la UNAM, en México. Su diferencial es que permite ahorrar más de un 30% del agua que generalmente se usa en el baño y, al mismo tiempo, crear un pre-compost con los desechos sólidos.
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Lo bueno, además, es que nadie (ni siquiera tú) te darás cuenta. ¡Porque se ve igual que cualquier otro! Y para instalarlo solo tienes que conectarlo al drenaje para así poder eliminar los residuos líquidos.
En este retrete, el mismo dispositivo separa los residuos sólidos de los líquidos. Luego, los sólidos son deshidratados por una mezcla de tierra y cal, convirtiéndose así en un abono orgánico libre de patógenos y de cualquier tipo de olor. Los líquidos, por su parte, van por el desagüe.
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¿Qué te parece? ¿Lo pondrías en tu casa?